Ana Belén López.
Periodista y músico.
Cuenta la historia que Santa Cecilia vivió en torno al año 180 y 230 D.C. dentro de la sociedad romana del momento. Aunque se desconocen muchos datos sobre su vida, se cree que fue una mujer que se convirtió al cristianismo a la que sus padres la obligaron a casarse con un noble pagano. En la noche de bodas ella le confesó a él que había entregado su cuerpo a Dios y no podrían mantener ningún tipo de relación. Él sorprendido a la par que enamorado, se convirtió a la fe de su amada Cecilia. Ambos fueron condenados a morir torturados porque en aquel siglo, en Roma el cristianismo no tenía muchos seguidores -por increíble que parezca -.
No sé sabe si esta mujer fue músico; si llegó a tocar algún instrumento; si cantaba a Dios; si en sus ‘Actas de Martirio’ hace mención alguna a la música. Muchas son las teorías, opiniones y misterios. Pero lo que sí es cierto es que el día 22 de noviembre los músicos de todo el planeta celebramos el día de nuestra patrona. Sin necesidad de tener creencia religiosa alguna, es más el sentimiento que nos une a la música. Sólo compartido por quienes hemos vivido con este arte desde que tenemos uso de razón.
No soy profesional, nunca quise serlo. No destaqué en el mundo de la música, nunca quise hacerlo. No quise continuar estudiando, nunca quise dedicarme por completo a ello. Hay dos cosas que siempre agradeceré a mis padres: que mi educación fuera en colegios, institutos y universidades públicas; y que me obligarán cuando tenía 6 años a ir a solfeo en vez de quedarme en el parque. En aquel momento no lo entendía, pero con el paso de los años el sentimiento por la música se fue haciendo más fuerte. El compromiso por la música estaba por encima de todo.
Tengo la convicción de que esto es algo generalizado a lo largo y ancho de la Comunidad Valenciana. Esta semana cientos de bandas, conjuntos y agrupaciones celebrarán conciertos, actos, pasacalles, para conmemorar esta fecha. Además, hay un trasfondo detrás de todos estos eventos. Para muchos es una fecha muy especial: es la fecha en la que pasan a formar parte de una banda música oficialmente, digamos que es cómo pasar a formar parte de una gran familia. Una fecha inolvidable al igual que compartirlo.
He tardado algunos meses en decidir si escribir esta columna; en saber de qué hablar; o como llamarla. Pienso que el madurar la idea ha merecido la pena. Esta será mi pequeña ventana donde me dedicaré a poner el punto de mira sobre aquellas partes del mundo audiovisual que pasan en cierto modo desapercibidas o evolucionan sin que seamos conscientes de ello. He esperado al día de hoy porque compartir mi música con otras personas es algo que echo de menos aquí en Salamanca. Como este año no podré hacerlo quiero que estas palabras sean “mi música” en el día de Santa Cecilia.