El Concejal de Fiestas y Cultura Popular, Francisco Lledó, recibió ayer en el balcón del Ayuntamiento de Valencia el tradicional “Pomell” del Corpus, que adornará la fachada del consistorio con motivo de la celebración de esta centenaria tradición religiosa y cultural.
Los miembros de la Asociación “Amics del Corpus” han hecho entrega de este motivo floral, que se adorna con La Senyera, al concejal, como representante de todos los vecinos de Valencia. De hecho, la asociación ha realizado una entrega similar, a lo largo de la mañana, a los representantes de las distintas instituciones públicas, cuyas sedes estarán también engalanadas durante las celebraciones litúrgicas del fin de semana.
Han acudido al ayuntamiento el Presidente de la Asociación “Amics del Corpus”, Antonio Rosell; el Presidente Honorario del Corpus, José Ramón Pons Navarro; y el Capellà de les Roques, Donís Martín. Francisco Lledó les ha agradecido este obsequio, que supone asimismo una invitación de la fiesta del Corpus a participar de todas las celebraciones de esta tradición, una de las más antiguas de Europa, si no la más, que se remonta al siglo XIV, es decir, a más de 650 años de historia.
El Obispo de Valencia Hugo de Fenollet (que dirigió la diócesis entre 1348 y 1356) promovió en 1355, de acuerdo con el Cabildo Catedralicio, els Jurats de la Ciutat, el Justicia y los prohombres de Valencia, la creación de una procesión que recorriese las calles de la ciudad, en la que el Santísimo Sacramento fuera acompañado por autoridades y clérigos.
El pregón de la primera procesión, donde se disponía tanto la procesión como su recorrido, con inicio en la Catedral, consta en el Manual de Concells, y fue dispuesto por els Jurats el 8 de agosto de 1416. En el citado bando se pedía a los vecinos que adornasen sus casas, limpiaran las calles que se recorría y echaran hierbas aromáticas en homenaje al Santísimo.
En 1372, siendo Obispo el Cardenal Jaime de Aragón, nieto de Jaime II de Aragón y primo hermano de Pedro IV “El Ceremonioso”, las celebraciones resurgieron y, a partir de ese momento, la festividad fue tomando auge y solemnidad, añadiéndose la música de la época, bailes o danzas, muchas de las cuales aún perduran hoy día, y la participación de los gremios con sus banderas y llevando una vela de ocho onzas cada persona de cada gremio.
La majestuosidad y esplendor de la procesión llevó a que importantes personajes históricos la presenciaran en algún momento de su vida, o pidieran que se representara para algún acontecimiento importante: Blanca de Aragón en 1401 hizo que se repitiera; Martín el Humano y la reina Juana de Sicilia la presenciaron; Fernando de Antequera hizo que se representara en su coronación como rey de Aragón en Zaragoza, en 1414; y en 1415 fue el Papa Luna quien participó. Además, han asistido a su majestuosidad a lo largo de los siglos Alfonso el Magnánimo, Juan II de Aragón, los Reyes Católicos, el Emperador Carlos V, Felipe II , Felipe III, Fernando VII , Isabel II con el futuro Alfonso XII, y Alfonso XIII.
Tras el paréntesis que supuso la Guerra Civil, la tradición ha ido recuperándose poco a poco, en especial por la acción de la Asociación Amics del Corpus, con el apoyo de las instituciones, como el Ayuntamiento. Actualmente, las procesiones y convocatorias han recuperado todo su esplendor y constituyen un motivo de celebración cultural y litúrgico para toda la ciudad, y un atractivo turístico añadido. De hecho, la custodia que sale de la Catedral de Valencia, con sus 600 kilos de plata y 8 de oro, está considerada la más grande del mundo. Fue diseñada en 1940 por el orfebre valenciano Francisco Pajarón Suay, y su realización llevó 14 años de trabajo.
VLCCiudad/Redacción
