Se trata de la faraona Jintakus III, identificada en los relieves como “la mujer del rey” y “la madre del rey”. El hallazgo confirma la importancia de las mujeres en la antigua civilización
l Ministerio egipcio de Antigüedades anunció hoy el descubrimiento cerca de El Cairo de una tumba de una reina de la V dinastía faraónica (2.500 – 2.350 a. C.), cuya existencia hasta ahora se desconocía.
Esta nueva faraona se llama Jintakus III y en los relieves de las paredes de la tumba aparece identificada como “la mujer del rey” y “la madre del rey”.
El ministro de Antigüedades, Mamduh al Damati, explicó en un comunicado que en el mismo lugar se encontraron24 estatuillas y utensilios de piedra caliza y cuatro de cobre, que conforman el ajuar funerario.
El descubrimiento fue realizado por un equipo arqueológico de origen checo, en colaboración con autoridades locales, en la zona de Abu Sir, al suroeste de la capital, El Cairo.
El director de la misión checa, Miroslav Barta, indicó que el descubrimiento de esta tumba ha revelado una parte desconocida de la historia de la V dinastía y ha confirmado la importancia de la mujer en la sociedad y en la corte de la milenaria civilización.
La tumba se encuentra en un pequeño cementerio cercano a una colección funeraria del rey Rá Nefr Ef, que fue descubierta en los años noventa. Por este motivo, algunos expertos suponen que Jintakus III podría ser la mujer de Rá Nefr Ef -del que existe, hasta el momento, muy poca información- y la madre del faraón Menkahur.
El pasado 24 de marzo, arqueólogos checos habían descubierto, en la misma región, el sarcófago y la momia de un importante sacerdote de la V dinastía, identificado como Nefer.
La zona de Abu Sir, cercana a la explanada de las Piramides de Guiza, formó parte de la gran necrópolis de la antigua ciudad de Menfis. Sus monumentos más importantes son el Templo del Sol y el complejo funerario de la pirámide del rey Sahura.
En la misma semana, otro equipo arqueológico, esta vez de origen sueco, descubrió una escultura mural poco común de más de 2.300 años de antigüedad, que representaba al dios sol Amón-Ra y al dios escriba Tot, indicó el martes el ministerio de Antigüedades.