Este establecimiento fue fundado hacia los años 30 del siglo XIX (en 1919 decían que ya tenía una antigüedad de más de 90 años). Siempre estuvo ubicado en los números impares de la desaparecida y comercial calle de Zaragoza, vía tradicional de antiguos bazares y establecimientos similares. A finales del siglo XIX lo regentaba Vicente Giner, quizá sería una pequeña tienda ubicada en el número 11 de la calle. Cuando fallecido éste, a principios del siglo XX, se hizo cargo del negocio su viuda quien la vemos como propietaria de la tienda que giraba con el nombre de “Bazar Giner. Viuda de Vicente Giner”.
En el registro comercial de España, de 1867, ya vemos anunciado el negocio como “tienda de quincallería”
En el registro comercial de España, de 1867, ya vemos anunciado el negocio como “tienda de quincallería”, o sea, un típico comercio donde se vendía de todo. Y ya entonces figuraba como propietario Vicente Giner, quizá el padre del anterior.
Como gran bazar, su especialidad era la juguetería y también otros objetos de regalo, perfumería, artículos de piel para viaje, zapatería, objetos de cristalería, menaje del hogar, ferretería, cuchillería, sanitarios… hasta las que anunciaban como “máquinas parlantes”, o sea, los gramófonos con gran bocina y sus discos. Precisamente en la imagen que adjuntamos se pueden ver estos gramófonos con su precio (en 1919 costaban entre 125 pesetas y 400 si al aparato se le añadía el mueble).
…hasta las que anunciaban como “máquinas parlantes”, o sea, los gramófonos con gran bocina y sus discos.
Las muñecas procedían de fabricantes nacionales pero también se ofrecían algunas más caras importadas de Francia y Alemania, especialmente las de porcelana de movimiento autómata, una exquisitez que tan solo estaba al alcance de las familias con mayor poder adquisitivo. El bazar cerró y dio paso a otro popular establecimiento: “Almacenes España”, de triste memoria por su incendio a mediados del siglo XX.
Vicente Giner y su bazar dieron nombre a uno de los pasajes que todavía existen en la ciudad: El Pasaje de Giner, que va desde la plaza de la Reina (la calle de Zaragoza desapareció ya) hasta la plaza Miracle del Mocadoret. Quizá esta estrecha vía fuera antiguamente un atzucac o callejón de paso particular. En el plano de Tosca tenemos dudas sobre su exacta localización, barajando la posibilidad en dos puntos posibles. Orellana no lo cita.
Lo bien cierto es que el pasaje ahí está, forrado de fincas, en pleno centro de Valencia. Un paso a dos plazas entre muñecas y “máquinas que hablan”, cantando regalos para el recuerdo.