Tadeusz Slowikowski, el hombre que más conoce sobre la formación alemana, cuenta las historias detrás de la leyenda. Muertes, amenazas y un poblado donde todos se conocen
Pasó más de la mitad de su vida buscándolo y cuenta cómo fue esa aventura. Tadeusz Slowikowski tiene 85 años y desde 1950 está detrás de los pasos del tren nazi repleto de oro que desapareció hace ya 70 años. A sus 20 comenzó la “cacería” y no se detuvo. Entre sus razones existe una personal e íntima: su madre fue asesinada en el campo de concentración deAuschwitz.
Slowikowski escuchó por primera vez hablar de la misteriosa formación en 1950. Residente de Walbrzych, Polonia, se convirtió en un experto y en el máximo conocedor de las historias que estuvieron detrás de este emblemático tren, cuya existencia fue confirmada por el gobierno de Polonia una semana atrás.
Sin embargo, Slowikowski nunca pudo hallar el túnel secreto en el cual se adentró y en el cual quedó sepultado hasta ahora, luego de que dos personas -cuya identidad se mantiene reservada- revelaran a las autoridades el lugar exacto en el cual se encontraba la formación. El tren nazi cargado de oro había dejado de ser un mito, una leyenda.
“Supe del túnel después de salvar a un alemán llamado Schulz, quien era atacado por otros dos hombres. Como gratitud por salvarlo, me contó acerca del túnel“, señaló Slowikowskial diario británico DailyMail. El corredor había sido descubierto por otro alemán que trabajaba en las vías y que vivía en ese pueblo polaco después de la Segunda Guerra Mundial. “El vio dos rieles camino al túnel. El túnel estaba bloqueado poco después“, agregó el buscador del tren.
Ese antiguo trabajador de ferrocarril alemán tuvo miedo y prefirió guardar para sí el secreto, sin saber qué se ocultaba dentro de ese hueco oscuro e intrigante. Su instito de supervivencia fue mayor y se quedó callado durante años. No quería que le ocurriera lo mismo que a una familia, encontrada muerta. Su casa era clave y ellos podrían saber demasiado.
“Desde la ventana más alta podías ver todo llegando y saliendo por la línea de vías. El 5 de mayo de 1945 la familia que vivía allí fue ejecutada y la casa demolida. Fue tres días antes de que los soviéticos tomaran el pueblo“, recordó Slowikowski. “Quien los haya matado no quería que ellos hablaran de algo que hubieran visto. No hay nada allí ahora. Sólo un lugar vacío donde solía estar la casa. Nada fue construido allí desde entonces“.
La leyenda local habla además del paso de vagones de trenes absolutamente armados con cañones y ametralladoras. Nunca fue confirmado, pero ese mito alimentó la idea de que algo más sucedió allí, en ese pequeño pueblo polaco, que vivió la muerte de la Segunda Guerra Mundial muy de cerca. Esa creencia tenía además un ingrediente muy sabroso para completar la leyenda: el tren oculto sobre una colina estaba llena de oro, producto de lo robado a las víctimas del Holocausto.
Después de décadas y de presentar múltiples pruebas que sustentaban la historia del tren nazi, recién en 2003 se le permitió a Slowikowski explorar el área para determinar si efectivamente existía esa formación fantasma. Pero el peligro continuó una vez reiniciada la búsqueda.
“Tan pronto como empezamos, tres hombres de civil y con armas de fuego se acercaron a nosotros y nos amenazaron, diciéndonos que nos detuviéramos. No supe quiénes eran, pero tuve sospechas“, recordó el hombre. “Poco tiempo después, mi perro fue envenenado. Luego rompieron mi puerta de casa y mi teléfono fue intervenido. Eran tácticas clásicas de la policía secreta cuando buscaban intimidar a la gente“.
Slowikowski muestra un mapa y una maqueta, en los cuales “recrea” lo que considera que sucedió en mayo de 1945. Dos líneas de vías corren paralelas entre dos colinas. De una de ellas se desprende otra camino al túnel secreto. Esas vías ya no existen. El gobierno polaco tomó nota y ahora militarizará la zona para evitar que se pierdan pruebas del hallazgo, “confirmado“, pero aún no rescatado. Roman Szelemej, alcalde de Walbrzych, expresó: “Walbrzych y Silesia Baja están llenas de secretos“. Informó además que el área será custodiada por presencia militar.
Pero el hallazgo aún está lejos de terminar de concretarse. Según Slowikowski el tren habría sido oculto en una de las tantas minas que figuran en los mapas de la época y que guardan en su interior cientos de secretos, pero también algo que podría ser mortal para quienes se involucren en la búsqueda: trampas de explosivos.
Esa teoría coincide con otra expuesta por Magdalena Woch, directora del castillo donde funcionaron los cuarteles generales de los nazis en esa zona polaca. “Es posible que haya más trenes en Walbrzych“, señaló la experta al diario inglés The Telegraph. “Quizás el oro no esté en el tren que se ha encontrado, pero tal vez sí en alguno de los otros trenes militarizados“, expuso la mujer.
Además de oro, el o los trenes podría tener también valiosísimas obras de arte de las cuales no se tienen noticias desde 1945. E incluso planes secretos de los nazis, lo cual podría arrojar más luz sobre una de las etapas más oscuras de la historia de la humanidad.