Ante la situación creada por el sacrificio de Excálibur, el perro de la enferma de ébola, doña Teresa Romero, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha hecho público un documento con el título: “Plan de contingencia frente a la sospecha de infección por virus ébola en perros”.
En dicho documento se especifica que: “los pacientes asintomáticos no transmiten la infección” y que “el contagio se puede producir por contacto con animales vivos o muertos infectados”. Se habla de que se han documentado contagios en la especie humana por manipulación de animales vivos o muertos infectados, entre los que no se encuentran los perros. Se habla de un estudio realizado en Gabón en el año 2001-2002, en los que se detectó la presencia de anticuerpos IgG en perros que habían tenido contacto con cadáveres de otros animales infectados, lo que podría dar lugar a la posible excreción de partículas virales en su orina, heces y saliva durante un corto periodo de tiempo antes de la eliminación de virus.
Ninguna de estas posibles circunstancias se ha demostrado que se dé en los perros, como jamás se ha documentado caso alguno de contagio entre perro y humano o viceversa. Se habla en el documento de un riesgo potencial, cuando nunca se ha demostrado la presencia de perros enfermos, condición indispensable para que se pueda producir el potencial contagio. Nunca se ha demostrado que los perros eliminen el virus, ni partículas del mismo.
Y en base a simples suposiciones se sigue sosteniendo que el llamado “principio de precaución” se impone en estos casos, lo que lleva a la eutanasia de cualquier perro sospechoso, sin determinar antes si éste está infectado, reconociendo que la decisión es política. Se argumenta que en España no hay ningún centro de bioseguridad 4, en el que los animales sospechosos deberían ser manipulados en animalarios de contención máxima. En una situación similar, un perro de nombre “Bentley”, propiedad de una enfermera de Dallas enferma de ébola, fue sometido a cuarentena de 21 días en una base naval abandonada que no podemos considerar como centro de bioseguridad 4, y devuelto a su propietaria una vez que se demostró que no tenía virus en su organismo.
En base a todo lo expuesto, y siguiendo las recomendaciones hechas por expertos internacionales en ébola y su relación con los perros, el diputado en el Congreso por EQUO-Compromís Joan Baldoví ha solicitado la redacción de un nuevo protocolo de actuación, que contemple la creación, si es que se cree necesario, de un centro en el que los perros sospechosos puedan ser aislados, se determine si están o no infectados, y se actúe en consecuencia. Por su parte Jordi Sebastià, eurodiputado por Primavera Europea ha preguntado a la Comisión Europea ¿Qué medidas concretar va a tomar en relación al sacrificio del perro Excalibur en el marco de estrategia de la Unión Europea para la protección y el bienestar de los animales 2012-2015 para garantizar el cumplimiento del protocolo P4 y/o sacrificio 0?
Desde EQUO se exige al Gobierno la modificación del Plan de Contingencia para que no vuelva a sacrificarse un animal de compañía sin que previamente haya sido sometido a cuarentena y a las debidas pruebas que demuestren su supuesta infección.
VLC Noticias | Redacción