Valencia Noticias | Agencias.- La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) cree que España será uno de los tres países pertenecientes a la organismo con un ritmo más elevado de creación de puestos de trabajo en 2015, según el último informe Perspectivas del Empleo de la institución publicado este jueves.
Así, estima que en 2015 el empleo en España crecerá un 2,9%, cifra que solo superaría Islandia, con un 4,1%, y que igualaría Nueva Zelanda, donde también aumentaría un 2,9%. La media de la OCDE será del 1,3%.
De acuerdo con las previsiones presentadas a comienzos de junio, la tasa de paro va a seguir disminuyendo este año y el próximo en España, a un ritmo relativo más elevado que en cualquier otro país miembro, pero a finales de 2016 (cuando sería del 19,7%) seguiría triplicando la media de la organización, del 6,5%, según la web de rtve.
Con ese nivel, que solo estaría superado al terminar 2016 por el de Grecia con el 24,2%, el desempleo en España será superior en 11,1 puntos porcentuales al que había antes de la crisis.
Los autores del informe constataron que aunque la tasa de empleo aumentó en dos puntos porcentuales entre el primer trimestre de 2014 y el primero de 2015 hasta el 58%, sigue estando muy por debajo de la media de la OCDE, con un 66% al finalizar 2014.
Más de la mitad de los desempleados en España, un 53% en el último trimestre de 2014, llevan en esa situación más de 12 meses, frente al 36% de promedio en la OCDE.
El salario mínimo (que existe en 26 de esos Estados) tiene en España uno de los niveles relativos más bajos, ya que supone un 41,1% del salario medio. Por debajo se sitúan Luxemburgo el 40,8%, Japón el 39% y Estados Unidos con un 37,4%.
Otra peculiaridad del mercado laboral español es que continúa estando muy fragmentado, como pone en evidencia que un 24% de los trabajadores tienen contratos temporales, una cifra que en la OCDE sólo supera Polonia.
En cuanto al paro juvenil, la OCDE subraya en su informe que en España (el 50,1%), Grecia (el 50,1%), Italia (el 42,3%) o Portugal (el 33,4%) se sitúa en “niveles dramáticos”.
A ese respecto, la organización destaca que los jóvenes más vulnerables son los que abandonaron sus estudios sin haber completado la educación secundaria y ni trabajan ni reciben ningún tipo de formación, los conocidos como ‘nini’.
En España ese colectivo representaba el 21% de los jóvenes de entre 15 y 29 años, cuando la media de la OCDE era del 14%. Cuatro países tenían porcentajes superiores al de España: México, Italia, Grecia y, sobre todo, Turquía.
En su informe, la OCDE también considera que las políticas de activación laboral en España tienen una dotación presupuestaria “significativa” pero insuficiente teniendo en cuenta que es el segundo país miembro con la tasa de paro más elevada. Sin embargo indica que “el seguro de desempleo español es de los más generosos de la OCDE”.
En concreto, según las últimas cifras armonizadas de 2013 equivalía al 0,61% del Producto Interior Bruto (PIB), un 22% menos que en 2007. De esta forma España se sitúa ligeramente por encima de la media de la OCDE, algo superior al 0,5% del PIB, pero su tasa de paro a finales de 2014, del 23,7%, triplicaba con creces la del conjunto de los 34 miembros de la organización, del 7,1%.
El secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, ha subrayado que disminuir el gasto en políticas de activas es “contraproducente” en términos económicos, en particular en el contexto actual en el que buena parte del desempleo generado durante la crisis no se ha reabsorbido. “Recortar en los programas para la activación del empleo es contraproducente porque es muy caro mantener a la gente fuera del trabajo”, ha señalado.
Los autores del estudio consideran que el país debería afrontar una reforma de los servicios públicos de empleo. La OCDE considera que los controles a los parados que tienen bajo su supervisión son poco frecuentes. En concreto, mientras en la mayoría de los países de la organización se exigen informes mensuales o incluso quincenales a sus beneficiarios, al menos una quinta parte de los demandantes de empleo registrados en España “no cumple con la obligación de informar establecida”.
El organismo critica también que las oficinas descentralizadas de los servicios de empleo “a menudo no tienen la capacidad para implementar políticas activas en una escala suficiente para ofrecer un apoyo eficaz a los solicitantes de empleo”. Además, añaden que “se necesitan directrices claras sobre la implementación de medidas focalizadas para los diversos grupos que buscan empleo, así como una asignación de recursos que promueva el buen desempeño”.