FIMI ha alcanzado su segundo día con el eco de una opinión generalizada: el ambiente de esta feria propicia el negocio.
En esta jornada, además del desfile FIMI Fashion Show y la Pasarela de baño, se celebró una acción muy especial en el espacio SEE ME WALKING, la masterclass de Elio Berhanyer, maestro de la alta costura que lleva 67 en el mundo de la moda, tras unos inicios creando los vestuarios de obras de teatro y representaciones de ballet. “Yo no elegí la moda, la moda me eligió a mí. Ha sido y sigue siendo el gran amor de mi vida”. En 1960 presenta su primera colección. Colecciones que perduren a lo largo de toda una vida, ése es su gran objetivo. Este diseñador, galardonado recientemente con el Premio Nacional de Diseño de Moda, ha creado tanto alta costura –en la que se trabaja, según sus palabras con mayor libertad- como prêt-à-porter. “En éste último se tiene que estudiar más cómo viste la calle, está más sujeto al mercado”, manifiesta.
Berhanyer, que cuenta con una cátedra a su nombre en la Universidad de Córdoba, su ciudad natal, sigue apostando por los jóvenes y sigue diseñando, “necesito estar siempre trabajando”, afirma este creador que se declara ferviente antifolklórico. Este es uno de sus reconocimientos, le han concedido muchos premios a lo largo de toda su trayectoria, pero el más importante es el sentirse tan querido en mi país, aunque –le cuesta reconocer- es un país de moda desconocida.
En este recorrido también hubo espacio para el diseño de moda infantil, “pero no acerté a hacerlo del todo bien”, admite. “Volvería a intentarlo si me dieran total libertad para crear. No se puede disfrazar a una niña de persona mayor, ni viceversa”, matiza este “decano del mundo”. “No hay ningún diseñador que siga en activo, haciendo colecciones con mi edad”, presume. Y tiene motivos para presumir.
Por último, la quedada de puntos de venta, una idea nacida en FIMI, sirve de herramienta de comunicación y de intercambio de experiencias entre tiendas especializadas de moda infantil. Las redes sociales primero y el contacto directo después, en FIMI.
VLC Ciudad /Marta Sánchez