El Péndulo | Jimmy Entraigües.- El escritor Javier González visitó Valencia para presentar su nueva novela, ‘El viaje de los cuerpos celestes’ (Ediciones B), un extraordinario recorrido por Centro-Europa para trasladar los huesos y reliquias de varios santos y mártires a las iglesias que lo necesitan.
A finales del siglo XVI Gregorio XIII ve la posibilidad de detener la contrarreforma de una forma muy imaginativa y con ello provoca un verdadero viaje que reúne a un variopinto grupo de personas.
‘El viaje de los cuerpos celestes’ no solo es una novela histórica basada en hechos reales, es un alucinante viaje y una intrépida aventura donde los peligros, el humor y las situaciones más increíbles se dan cita entre sus 442 páginas.
Javier González nos adentra en su novela en un juego de personajes e historias que durante la charla nos ayuda a descubrir los pormenores de su creación.
El Péndulo: Últimamente el mercado editorial ha hecho una gran apuesta por la novela histórica, parece que el género sigue gozando de muy buena salud en España.
Javier González: Creo que la novela histórica tuvo un bomm hace unos años, luego tuvo un momento de decadencia, quizás porque hubo un abuso y abuso, y ahora está volviendo a tener un repunte y tengo esa percepción. Creo que está teniendo un buen momento. Además están saliendo nuevos autores y formas interesantes de tratar la novela histórica y creo que eso es bueno para el mercado, es bueno para el género y es bueno para el lector porque sino…, entras en un bucle en el que dices, ‘esto ya lo he leído’. También me gusta que no haya esa moda de ‘toca templarios’ y todo el mundo escribía sobre templarios.
E.P.: El efecto Dan Brown o el efecto Ken Follet, con su ‘Los pilares de la tierra’, permitió que templarios y catedrales vivieran su mejor momento.
J.G.: Digamos que ellos pusieron la novela histórica en el mapa con mucha fuerza. Creo que Follet fue el impulsor de formato Best Seller de novela histórica en la última parte del siglo pasado y Brown pues…, supo aprovechar un tema poco tratado y acertó de pleno más allá de que guste o no.
E.P.: También el género ha permitido que se escarbe en la historia de España y se conozcan pasajes desconocidos del pasado.
J.G.: En mi novela el paisaje es más bien europeo. Es verdad que sale el Alcázar de Madrid, sale el Palacio de Balsaín, que ya no existe por cierto pero…, en este caso la novela tiene más un corte europeo. Transcurre entre las catacumbas de Roma y luego el inicio de un viaje alucinante para ir repartiendo las reliquias de santos y mártires.
E.P.: Un viaje muy extraño ya que junto a la escolta de los huesos también se incluye una caravana de gente del teatro, un grupo de monjas… Y todo esto situado en el último tercio del siglo XVI
J.G.: ¡Pero lo de la compañía de teatro es real, completamente real! Y, quizás, el gran éxito de la expedición, a nivel de popularidad y público, fue que llevase una compañía teatral en su viaje.
E.P.: Tiene un punto surrealista.
J.G.: Sí, tiene su punto surrealista. Hay mucho de road movie e la novela. Diría incluso que tiene un punto de western y hay pasajes con mucho humor casi berlangiano. No olvidemos que el primer viaje fue alucinante, digamos que una vez se consigue el éxito del primer viaje los otros vienen como más rodados. Cuanto el grupo sale con los dieciocho cuerpos metidos en barriles no tenían ni idea de cómo iba a resultar el viaje. Tiene todo el componente de aventura que además me gusta y que atrapa y que puede cautivar al lector. Tengo que confesar que yo desconocía la historia pero…, cuando te encuentras un caramelito así deseas meterte de ello en él.
E.P.: toda una diversión para escribir y disfrutar con cada detalle.
J.G.: Sin dudas. Fue muy divertido escribir un libro como este. En la novela histórica también tienes que intentar ponerte en el momento en que se producen los acontecimientos sino es incomprensible todo lo que pasa. Es un ejercicio que a veces cuenta, el de situarte en el momento, pero descubres que por aquellos años la iglesia tenía una capacidad de marketing espectacular. Creo que la iglesia generó una red publicitaria excelente desde el siglo XVI. Fíjate que la iglesia hace una apuesta por la cultura no ya por las armas. Ellos saben que a través de la cultura van a tener el poder, aparte de toda la red que tiene de universidades lo que hacen es mover la cultura religiosa a favor de ellos. A mi ésta me parece la mayor operación de propaganda que se hace en Europa. Gregorio XIII descubre un osario que había estado abandonado más de mil años y lo ve clarísimo. El tipo coge los esqueletos, los santifica, y los santifica a demanda según se los iban pidiendo las parroquias de Centro-Europa, y los reparte para luchar frente a la contrarreforma y…, le sale bien, crea un muro de contención. Obviamente estos santos son muy milagreros y Roma está encantada. La corona española también está encantada porque dice ‘me estoy ahorrando un montón de dinero’.
E.P.: Pero Maquiavelo ya dice en su ‘El Príncipe’ que el tiempo de los milagros ya había acabo.
J.G.: Sí pero…, ¿cuándo termina todo esto? Ten en cuenta que estamos hablando de la primera expedición pero se reparte trecientos y pico de mártires, santos, reliquias…, entre el siglo XVI hasta el siglo XIX pero…, ya en era moderna la gente ya sabe esto y los milagros dejan de funcionar. Además, la iglesia ve que la cosa ya no funciona y empiezan a retirar los huesos y las reliquias para esconderlas y se pierde una traza histórica impresionante. Es una pena que esto haya sido así.
E.P.: Utilizas la fórmula del relato dentro del relato. Alguien cuenta la historia para que otro la escriba.
J.G.: Sí, en el fondo, la fórmula viene muy bien porque en tipo lo que te va a contar lo que ha sido el viaje, es como si te llevara de la mano y…, al final, y no quiero desvelar nada, ves que nadie parece quien es en esta novela.
E.P.: Javier González, gracias por acercarnos a los interiores de tu novela y te deseamos muchísimo éxito.
J.G.: Gracias a vosotros y espero que los lectores la disfruten tanto como yo al escribirla.