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El Juzgado de lo Contencioso Administrativo desestima el recurso de las empresas propietarias del Hotel Sidi Saler, apoyando la decisión del Ayuntamiento de Valencia de caducar la licencia de actividad del hotel. El fallo refuerza la postura de los ecologistas que luchan por la protección del Parque Natural de la Albufera.
El Juzgado Núm. 5 de lo Contencioso Administrativo ha rechazado el recurso presentado por las mercantiles Divarian y Coral Homes, actuales propietarias del Hotel Sidi Saler, en contra de la resolución del Ayuntamiento de Valencia que declaraba la caducidad de la licencia de actividad del hotel. Esta decisión, fechada el 14 de octubre de 2024, representa un primer revés para las empresas que buscan reabrir el icónico hotel ubicado en el corazón del Parque Natural de la Albufera.
Un conflicto judicial en defensa de la Albufera
El Hotel Sidi Saler, cerrado desde el año 2011, ha estado en el centro de la polémica durante más de una década debido a su ubicación dentro del parque natural, uno de los humedales más importantes de España y protegido bajo convenios internacionales. Acció Ecologista-Agró, una de las organizaciones ecologistas más activas en la defensa del entorno, ha celebrado la sentencia que respalda su lucha por la demolición del hotel y la restauración del cordón dunar.
El fallo judicial respalda la postura del Ayuntamiento de Valencia, que en una resolución del 29 de julio de 2022 declaró la caducidad de la licencia de actividad del hotel, alegando que la instalación había permanecido cerrada durante más de dos años sin causa justificada. Las empresas propietarias, por su parte, argumentaban que la pandemia de COVID-19 y la complejidad de los trámites administrativos relacionados con la concesión de dominio público por parte de la Demarcación de Costas habían impedido la reapertura del hotel.
Argumentos de las empresas desestimados por la justicia
En su recurso, Divarian y Coral Homes señalaron que el retraso en la obtención de la concesión de dominio público, otorgada en 2020, y la situación de pandemia global habían supuesto una causa de fuerza mayor que justificaba la falta de actividad del hotel. Además, alegaron que el Ayuntamiento había actuado con desviación de poder, utilizando el proceso administrativo como una estrategia para llevar a cabo el derribo del hotel, una demanda que las organizaciones ecologistas han sostenido durante años.
Sin embargo, la sentencia del Juzgado Núm. 5 desestima estos argumentos. En primer lugar, el tribunal considera que no existe causa de fuerza mayor que pueda justificar el cierre prolongado del hotel, ya que este ha estado inactivo desde 2011, mucho antes de la concesión demanial y de la pandemia. El fallo destaca que las situaciones de fuerza mayor esgrimidas por las empresas solo podrían haber justificado la falta de actividad desde 2019, no desde 2011.
Por otro lado, el juzgado también rechaza la alegación de desviación de poder. En su análisis, la sentencia aclara que la ubicación de un hotel en un parque natural como la Albufera es, en efecto, una cuestión que genera controversias políticas. Sin embargo, el tribunal subraya que en este caso, el ejercicio de las potestades administrativas por parte del Ayuntamiento estuvo plenamente justificado por el marco normativo, sin evidencia de que se hubiera utilizado con fines políticos o para favorecer la demolición del hotel.
El futuro del Sidi Saler: Un proceso judicial abierto
Aunque esta primera sentencia es favorable al Ayuntamiento y a las organizaciones ecologistas, el conflicto legal en torno al Hotel Sidi Saler aún no ha terminado. Actualmente, existe un segundo procedimiento pendiente en el Juzgado de lo Contencioso Administrativo Núm. 9, relativo a la desestimación de la licencia de obras solicitada por las mercantiles para reformar el hotel. Se espera que la sentencia sobre este segundo recurso se emita en las próximas semanas, probablemente a finales de octubre o en noviembre de 2024.
Por su parte, Acció Ecologista-Agró ha reiterado su satisfacción por el resultado de esta primera batalla judicial. En un comunicado, la organización ha afirmado que esta decisión refuerza su posición en la defensa del Parque Natural de la Albufera y el rechazo a cualquier proyecto que pretenda reabrir el hotel. Los ecologistas insisten en que la única solución compatible con la conservación del parque es la demolición completa del Sidi Saler y la restauración de las dunas que ocupan el área.
La importancia de la Albufera y la lucha ecologista
El Parque Natural de la Albufera es un ecosistema frágil y de gran valor ecológico, no solo para la región de Valencia, sino también a nivel internacional. La presencia del Hotel Sidi Saler en esta zona ha sido objeto de críticas durante años, debido al impacto negativo que su construcción y funcionamiento han tenido sobre el entorno natural, especialmente sobre el sistema dunar y las áreas húmedas que lo rodean.
Los ecologistas argumentan que la demolición del hotel permitiría una recuperación integral de los ecosistemas, que llevan años sufriendo las consecuencias de una urbanización mal planificada. En este sentido, Acció Ecologista-Agró ha sido clara en su postura: no solo se oponen a la reapertura del hotel, sino que luchan por la recuperación completa de la zona para garantizar la conservación de la biodiversidad del parque.
Pese a las sentencias favorables, las empresas propietarias del Sidi Saler ya han anunciado que recurrirán la decisión ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, prolongando así un litigio que ha dividido a la opinión pública y generado intensos debates sobre el equilibrio entre desarrollo económico y preservación del medio ambiente.
Un largo camino por delante
Con la primera sentencia ya dictada y un segundo fallo pendiente, el futuro del Hotel Sidi Saler sigue siendo incierto. No obstante, el respaldo judicial a la decisión del Ayuntamiento de Valencia refuerza la posición de quienes abogan por la demolición del edificio y la recuperación del espacio natural. Para los ecologistas, esta es una batalla crucial en su lucha por proteger la Albufera, un tesoro natural que consideran incompatible con cualquier intento de reactivar la actividad del hotel.
La decisión final sobre el futuro del Sidi Saler tendrá importantes implicaciones no solo para el parque, sino también para la política ambiental y urbanística de Valencia. Mientras tanto, la pregunta sigue siendo: ¿Es posible conciliar la conservación del medio ambiente con los intereses económicos en una zona de tan alto valor ecológico como la Albufera?
