Más de 600 animales muertos por veneno y trampas ilegales: 62 detenidos e investigados
Valencia. La Guardia Civil, a través del Seprona, ha detectado la muerte de 665 animales por envenenamiento o captura mediante métodos ilegales en el marco de la operación Antrax, desarrollada en distintas provincias españolas. La campaña se ha saldado con 62 personas detenidas o investigadas y la apertura de más de 500 expedientes por infracciones penales y administrativas.
Entre los animales afectados se encuentran especies protegidas como águilas imperiales, milanos reales, buitres negros, águilas reales y una abubilla. Según el informe del Seprona, el uso de venenos y trampas ilegales sigue siendo “una grave amenaza para la biodiversidad y para la cadena trófica en su conjunto”.
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Una finca en Alicante, epicentro de la investigación
Una de las actuaciones más relevantes tuvo lugar en una finca de la provincia de Alicante, donde los agentes hallaron más de 400 pastillas de rodenticida y otros productos tóxicos prohibidos, colocados junto a madrigueras de conejos. También se localizaron nueve kilos del producto almacenado y restos de varios animales muertos, entre ellos una abubilla —una especie protegida—.
La investigación apunta a que los responsables utilizaban estos compuestos químicos para eliminar fauna silvestre y depredadores naturales, una práctica totalmente ilegal y altamente contaminante. Los agentes han remitido las muestras a los laboratorios de toxicología del Instituto Nacional de Toxicología para confirmar el tipo de veneno empleado.
Más de 500 inspecciones y 91 delitos penales

Durante la campaña, el Seprona realizó más de 500 inspecciones en fincas agrícolas, cotos de caza y zonas rurales de toda España. El resultado ha sido la detección de 91 delitos penales, en su mayoría relacionados con furtivismo, caza ilegal y uso de medios prohibidos, además de 351 infracciones administrativas por incumplir la normativa ambiental y de caza.
En total, se intervinieron 100 cebos envenenados, 669 trampas ilegales —incluidos 215 lazos, 44 cepos y 364 trampas tipo percha o baldosa—, así como 230 kilos de productos fitosanitarios prohibidos. También se confiscaron ocho armas de fuego y once accesorios ilegales empleados para la caza furtiva.
Otras actuaciones en Málaga, Badajoz, Huelva y Teruel
Además del caso de Alicante, el Seprona actuó en otros puntos del país. En Antequera (Málaga) se hallaron 44 lazos ocultos en una zona de paso de fauna. En Castuera (Badajoz) se localizaron 134 trampas tipo ballesta. En Huelva, los agentes inspeccionaron una finca de frutos rojos donde se usaban productos químicos no autorizados, y en Teruel descubrieron irregularidades en una explotación avícola.
También en Cantabria se investigó un caso vinculado a la columbofilia, relacionado con el uso de cebos envenenados para eliminar aves competidoras. Todos estos hallazgos forman parte de una operación coordinada que busca erradicar los métodos de caza no selectivos y proteger la fauna autóctona.
Una amenaza silenciosa para la biodiversidad
El uso de venenos y trampas ilegales tiene consecuencias devastadoras. No solo afecta a las especies objetivo, sino también a animales carroñeros y depredadores que se alimentan de los cuerpos contaminados, extendiendo el envenenamiento a toda la cadena ecológica. “Un solo cebo puede causar la muerte de varias especies protegidas”, advierte el Seprona.
Las autoridades insisten en la necesidad de denunciar cualquier sospecha de veneno o trampas en el medio natural y recuerdan que estos métodos están penados con hasta dos años de prisión y multas económicas elevadas. La campaña Antrax se enmarca en la estrategia estatal de conservación de la fauna salvaje y control del uso de productos tóxicos.
El Seprona subraya que la colaboración ciudadana y la vigilancia de las ONG ambientales han sido clave para localizar las zonas afectadas y retirar los productos del entorno. “Cada animal salvado es una pequeña victoria para el equilibrio ecológico”, concluye el informe.