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Pensiones de media estrella

Juan Ferrer

Economista

juan ferrerHe tenido que dejar en la tahona la pieza que preparaba para la crisis turca. Lo filtrado, deliberadamente, del estudio de los expertos sobre el sistema de pensiones español, no puede quedarse en vía muerta, esperando la salida del Orient Express.

A la vista de las conclusiones, jibarizadas por lo medios de comunicación, parece que todo se reduce a una competición entre diferentes sectores del estado, que se disputan los efectos colaterales de su éxito, como lo males del conjunto.

El éxito del sistema de salud, alarga de forma imprevista (imprevista ¿por quién?) la esperanza de vida, ergo hemos de ponderar las pensiones inversamente a este inesperado e inopinado aumento de esperanza de vida.

En otras palabras, hay que quitar con la mano izquierda (esperanza de vida) lo que se obtiene con la mano derecha (mejora de la atención sanitaria).

Es decir, para que esto funcione hay que mantener lo equilibrios de 1972.

Pues para ese viaje, no hacían falta esas alforjas. Podríamos empezar a compartir aquello de que “contra la dictadura vivíamos mejor”.

El partido popular y sus seleccionados expertos han cumplido aquello que se sabe desde hace tiempo “quien no vive como piensa, acaba pensando como vive”.

La maldita transición nos llevó a un sistema de reparto de los fondos de la Seguridad Social. Se pasó del sistema de capitalización: se reparte lo que se ha capitalizado del ahorro obligatorio de los españoles, al sistema de reparto: se reparte entre todos los beneficiarios, también los que no contribuyeron, Ley de Clases Pasivas del Estado, curas, monjas y militares mas algunos autónomos repescados a última hora, a partir de 1970, aquello que se recoge como impuestos.

No podía ser de otra manera, puesto que los ingresos obligatorios –para los trabajadores españoles- de la Seguridad Social, se destinaban a la compra de acciones del INI (Instituto Nacional de Industria) y este, estaba prácticamente en quiebra.

Nos robaron las cotizaciones vía INI y nos las quieren volver a robar ahora. ¿Cuándo piensan parar?. ¿Cuándo les vamos a parar?.

Se liquidó el INI y con él los activos de la Seguridad Social. Ahora, los lobeznos de los actores de entonces, repiten la acción mediante la anulación de derechos, pactados obligatoriamente mediante ley estatal. Además de cruel, es dantesco. El estado obliga a unas condiciones de pacto, que después, unilateralmente incumple con la excusa de que le obligan. Le obliga ¿quién?.

El FMI, el BCE y la insustancial Comisión Europea, deciden coasa para las que ni fueron elegidos ni tienen legitimidad suficiente. Si no es así, se dejan instrumentalizar por los Estados Miembro en una especie de rifi-rafe, para ver quien la hace y quien no la paga.

Es inaceptable, a estas alturas, que quien ha estado sosteniendo realmente al estado deba ahora renunciar a su esperanza de vida, que es lo que solicita el informa: si Ud. no se muere en Hospital, se morirá en Supermercado.

No hablemos ya del socorro de los pensionistas a sus allegados sin recursos: los yayoflautas.

Ya no es solo una crisis económica, es además una crisis moral y ética. Disimulada con al imputación como promotores de algunos desleales al conjunto del sistema social, por cierto, los mas notables y abundantes, sentados en escaños con etiqueta Partido Popular.

N 1978 se expolió a los españoles de sus horros obligatorios, pero no de sus derechos, ahora se pretende confiscar uno y expoliar los otros.

Basta ya.

 

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