Once miembros de la plataforma Juventud Sin Futuro participaron este miércoles, 10 de diciembre, en el plenario del GUE/NGL, el grupo del Parlamento Europeo en el que está integrado Podemos, invitados por la eurodiputada asturiana Tania González. Los jóvenes activistas coincidieron allí con los trabajadores despedidos de Delphi-Cádiz, que acudían igualmente invitados por Podemos, para exponer su problemática ante los parlamentarios.
“España no es país para jóvenes porque en dos años más de un millón de jóvenes se han visto obligados a emigrar” afirmó Miguel Luna, portavoz de Juventud Sin Futuro. Licenciado y en paro con 24 años, expuso cómo los jóvenes del sur de Europa son uno de los sectores más castigados por las políticas de austeridad que nunca se aplican “a los altos cargos políticos ni en las altas jerarquías de las grandes empresas”. Para Luna la movilidad tiene que ser “libertad, no huir del país”. “Europa está secuestrada por una minoría que controla los resortes clave de la economía y los sistemas políticos”, añadió.
Tania González, que ejerció de anfitriona de Juventud Sin Futuro en Bruselas, destacó en su presentación ante los parlamentarios que “las movilizaciones de este colectivo han sido un claro precedente del 15-M, un acontecimiento histórico que ha cambiado el sentido común de la ciudadanía española”. Del mismo modo, manifestó la voluntad de colocar el problema de la emigración juvenil en la agenda política española y “en el punto de mira” de una opinión pública cada vez más indignada por el hecho de que la juventud mejor preparada “tenga que marcharse a otros países de Europa para poder tener un presente y un futuro”.
En el encuentro que los representantes de Juventud Sin Futuro mantuvieron con la eurodiputada se abordaron la problemática de los jóvenes españoles, con una tasa de paro superior al 50% y enfrentándose a fuertes subidas de las tasas universitarias.
Juventud Sin Futuro nació en febrero de 2011 a partir de diferentes colectivos de estudiantes universitarios madrileños para protestar por las consecuencias de la crisis que empezaba a sufrir esta generación: paro, precariedad en el empleo y recortes en Educación y Sanidad. Dos años después, la campaña “No nos vamos, nos echan” fue pionera en plantea la problemática de la emigración juvenil en España, que nombraron como “exilio”, y consiguieron colocarla en la agenda política y mediática.
VLC Noticias | Redacción