Cuando surge la necesidad imperiosa de una residencia de ancianos para un pariente mayor, primero se deben entender los distintos tipos de residencias, plazas disponibles y sus principales distinciones.
Residencias de ancianos financiadas con fondos públicos
La Administración dispone de residencias públicas para personas mayores que son financiadas por la Comunidad Autónoma o el Ayuntamiento. También hay residencias combinadas, es decir, rkansas city chiefs couples sex toys sex toy store nike air max 95 womens dallas cowboys jersey nfl team shop nike air max adidas yeezy 500 adidas yeezy 350 boost best human hair wigs for black females nfl san francisco 49ers custom jersey custom baseball uniforms best nfl uniforms cheap sex toys ciben un apoyo por parte de la Administración pública y los usuarios pagan una cuota mensual, inferior a la que se pudiera pagar en una de carácter privado. Por tal razón, conviene revisar tu residencia concertada más próxima en Valencia, si vives en esa zona.
Para acceder a este tipo de residencias hay que cumplir ciertos requisitos, que varían según cada Comunidad Autónoma y seguir el procedimiento de solicitud que establece la ley en cada caso.
Residencias de ancianos de titularidad privada
Se trata de residencias que son propiedad de una empresa privada. Esta ha obtenido todas las autorizaciones necesarias de los organismos gubernamentales correspondientes. Estas residencias pueden incluir diferentes tipos de espacios:
Cuando una residencia privada incluye espacios públicos, estamos hablando de viviendas subvencionadas o de colaboración. Para acceder a los espacios privados, basta con cumplir los requisitos específicos del centro y poder pagar la cuota mensual establecida.
¿Cómo se puede obtener una plaza en una residencia pública?
Obtener una plaza en una residencia pública, puede ser un gran desafío, ya que los plazos de espera son bastante prolongados. Por eso, siempre es conveniente ver comparativas de precios para residencias en Valencia y así, hacerse una idea de cuanto puede costar una plaza en una residencia privada porque el acceso será más rápido y sencillo. Solo será cuestión de elegir aquella cuyas instalaciones y servicios estén más acordes a las necesidades de nuestro familiar mayor.
No obstante, estos son los requisitos que se deben cumplir para obtener una plaza en una residencia de mayores pública. Si se cumplen con los mismos, el anciano tendrá derecho a una plaza:
- La persona debe ser mayor de 65 años. Si se tiene menos edad, esta tendría que presentar alguna condición de dependencia de moderada a grave, para que pueda ser justificado su ingreso.
- No necesitar hospitalización, ni padecer trastornos mentales graves que den lugar a conductas que alteren la convivencia en el centro de ancianos.
- Estar empadronado en el municipio en el que se ubica la residencia solicitada desde hace al menos dos años previos a la solicitud de la plaza.
- No haber sido sancionado o expulsado con anterioridad de cualquier otro centro de atención al anciano o de otra localidad que haya sido asignado por la Administración.
- Alcanzar una puntuación, de acuerdo al baremo correspondiente, para ser admitido en la residencia solicitada. Estos baremos varían de centro en centro o tienen sus basamentos en lo que disponga cada Comunidad Autónoma.
- Poseer pensión del sistema público de pensiones, ser el cónyuge del pensionista o contar con las prestaciones sociales del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso) de acuerdo a las leyes o normas vigentes o a lo contemplado en algún convenio internacional.
Es importante informarse sobre la lista de espera y la disponibilidad de plazas públicas en cada centro y tener en cuenta esta información a la hora de determinar en cuál residencia solicitar una plaza pública.
¿Cómo acceder?
- Pedir cita en los Servicios Sociales para que un trabajador valore el grado de dependencia del familiar.
- Al tomar este tipo de decisión tan importante para la familia, el trabajador social hace sesiones para crear lo que se denomina PIA, que no es otra cosa que un Plan Individual de Atención, en el que se plasmarán las necesidades del caso y cómo se debe actuar en consecuencia.
- Si el nivel de dependencia es II o superior, el mismo trabajador social puede solicitar una plaza pública.
- Hecho todo el procedimiento sólo queda esperar a que la asignación o la plaza se concrete o sea asignada.
Por último, es recomendable siempre revisar todas las opciones y tal como lo hemos propuesto en este artículo, hacer comparaciones basándose en la experiencia de plataformas digitales que pueden aligerar este tipo de trabajo previo, para así, elegir el mejor lugar para nuestros ancianos.