València exige dimisión de Mazón tras un año de la DANA

Un aniversario marcado por la indignación ciudadana

La ciudad de València ha alzado su voz con fuerza este fin de semana para recordar el primer aniversario de la devastadora DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que afectó a la Comunitat Valenciana en 2023. Una multitudinaria manifestación recorrió las calles del centro en lo que, más allá de una conmemoración, se convirtió en un acto de denuncia y reclamo político.

Convocada por distintas organizaciones sociales y vecinales, la protesta tuvo como principal objetivo exigir la dimisión del president de la Generalitat, Carlos Mazón, ante lo que los manifestantes califican de “nefasta gestión” frente a las consecuencias de la catástrofe meteorológica que dejó importantes daños y familias damnificadas que, aún hoy, siguen sin respuesta.

Una gestión bajo la lupa

La DANA que azotó la región provocó inundaciones en diversos municipios, especialmente en áreas del sur de la provincia de València y otras comarcas de la Comunidad. Miles de viviendas y cultivos fueron arrasados, y centenares de personas se vieron obligadas a evacuar sus hogares. A un año del suceso, la sensación entre muchos ciudadanos es de abandono institucional.

Los colectivos organizadores de la protesta acusan al equipo de gobierno valenciano de haber actuado con falta de previsión, escasa ayuda económica y nula empatía con las zonas afectadas. Además, denuncian que muchas de las promesas anunciadas tras el paso de la DANA no han sido cumplidas.

Puntos clave de la crítica a Mazón

• Ineficiente reparto de ayudas a familias afectadas por las inundaciones.
• Proyectos de reconstrucción paralizados o nunca iniciados.
• Escasa comunicación con los alcaldes de los municipios damnificados.
• Falta de inversiones reales en infraestructuras de prevención ante fenómenos climáticos extremos.

Todo esto ha motivado a plataformas ciudadanas y asociaciones de barrios como la de la Ribera o l’Horta Sud a impulsar acciones concertadas de protesta, entre ellas esta reciente manifestación que ha logrado una amplia repercusión mediática y en redes sociales.

Una marcha multitudinaria en el corazón de València

La manifestación tuvo lugar en la tarde del sábado, arrancando desde la Plaza del Ayuntamiento y avanzando por vías céntricas hasta la sede del Palau de la Generalitat. Bajo lemas como “Mazón dimisión”, “La DANA no ha pasado” y “Queremos soluciones, no excusas”, los manifestantes expresaron su frustración y exigieron que se asuman responsabilidades políticas.

Durante el acto, los organizadores leyeron un manifiesto crítico en el que resaltaron que “la recuperación prometida no ha llegado. Muchos vecinos siguen sin recibir compensaciones y las infraestructuras continúan igual de vulnerables que hace un año”.

Presencia de asociaciones, partidos y vecinos afectados

Entre los asistentes se encontraban representantes de:

• Plataforma Ciudadana de Damnificados de la DANA
• Colectivos medioambientales y agrícolas de la comunidad
• Delegaciones de partidos como Compromís, PSPV-PSOE y Podemos
• Vecinos de localidades como Alzira, Carcaixent o Algemesí

Grandes pancartas, tambores, consignas repetidas en altavoces y alta participación joven marcaron una jornada de protesta que se desarrolló de forma pacífica pero con un tono reivindicativo intenso.

Una crítica al modelo de prevención frente a emergencias climáticas

Más allá del componente emocional de la protesta, muchos asistentes señalaron que la gestión de Mazón ha puesto de manifiesto una debilidad estructural en la Comunitat Valenciana: su escasa preparación frente a fenómenos meteorológicos adversos.

En palabras de uno de los portavoces de la asociación Salvem el Riu, “no es solo lo que se hizo mal durante la DANA, sino lo que no se ha hecho después. No existen planes integrales de adaptación ni se han reforzado los protocolos de respuesta ante nuevas emergencias climáticas”.

Demandas principales de los manifestantes

• Dimisión del presidente Carlos Mazón por su gestión tras la DANA.
• Inversión urgente en infraestructuras hidráulicas y de prevención.
• Revisión y aceleración de los protocolos de actuación ante catástrofes naturales.
• Ayudas inmediatas y reales para quienes siguen afectados por la DANA.

Silencio institucional y crítica política

Hasta el momento, la Generalitat Valenciana no ha emitido un comunicado oficial tras la manifestación. El silencio ha sido interpretado por la oposición política como una muestra más de la desconexión del gobierno autonómico con la ciudadanía.

Desde el PSPV, su portavoz parlamentario resaltó en rueda de prensa que la protesta “evidencia una pérdida de confianza total en el Consell de Mazón, incapaz de atender las necesidades básicas tras una catástrofe”. Igualmente, Compromís ha adelantado que exigirá una comisión parlamentaria para revisar el destino de los fondos destinados a la recuperación post-DANA.

Una comunidad que se organiza y no olvida

El aniversario de la DANA ha servido como recordatorio contundente de que, en València, las voces ciudadanas no se apagan fácilmente. Los vecinos afectados siguen organizados, informados y dispuestos a seguir presionando para lograr justicia y reparación.

El movimiento de protesta también ha encontrado eco en redes sociales, donde hashtags como #DANAValència, #MazónDimisión o #UnAñoSinSoluciones han mantenido viva la conversación a lo largo del fin de semana, acumulando miles de interacciones y visibilizando los testimonios de quienes aún conviven con las consecuencias de aquella tragedia natural.

Amanecer de un nuevo activismo ciudadano

Para muchos, la manifestación no solo fue una llamada de atención sobre la DANA, sino un símbolo de un nuevo ciclo de activismo social más coordinado y decidido a poner en el centro temas tan urgentes como:

• El impacto del cambio climático en entornos urbanos y rurales
• La transparencia y eficacia de los gobiernos autonómicos
• La urgencia de adaptar las políticas públicas a eventos climáticos extremos

Conclusión: la pelota, en el tejado del gobierno

La protesta de este aniversario ha dejado un mensaje claro: la ciudadanía valenciana exige respuestas concretas y voluntad política para atender las secuelas de la DANA de 2023. La legitimidad de las instituciones pasa, según los manifestantes, por responder con hechos y no con promesas vacías.

Ante el clamor popular, ahora será responsabilidad del president Carlos Mazón y su equipo decidir si continúan esquivando el conflicto o si optan por asumir responsabilidades, rectificar y, sobre todo, actuar. Porque la memoria de lo ocurrido no se ha disuelto con la lluvia, y la presión social promete no ceder.

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La sociedad valenciana sigue movilizada, dispuesta a exigir transparencia, reparación y seguridad. València no olvida ni perdona, y esto ha sido solo el comienzo.