El libroPasqual Carrasquer: creador de folies, escrito por el periodista Joan Castello Lli y publicado por la Editorial Carena, es una biografía de uno de los artistas falleros más prolíficos del siglo XX, con más de 450 fallas catalogadas a lo largo de acerca de eis décadas de trayectoria profesional ininterrumpida, a las que hay que añadir un número importante de infantiles de las que no se ha encontrado constancia documental.
A punto de cumplir los 88 años (los cumplirá el próximo 16 de marzo), Carrasquer es un artista que se resiste a estar inactivo y todavía hace algunos trabajos sencillos para fallas modestas que es continúan construyendo en su taller de Sueca.
En una época en la que triunfaban los grandes artistas escultores (Regino Mas, los hermanos Fontelles, Salvador Debon, Joan Huerta…), Pasqual Carrasquer (Sueca, 1926) supo colocar su nombre entre los grandes de las fallas, aunque apenas tenía formación específica y tuvo que aprender la técnica de manera intuitiva.
A lo largo de 240 páginas, el libro relata la vida y obra de este artista polifacético e incansable que no sólo triunfó en la ciudad de Valencia, donde se dieron a conocer los grandes artistas, sino que llevo su peculiar estilo en una docena de pueblos de la provincia donde asnetó su fama con cadafalcos que sorprendían por sus figuras hechas en directo y por la rica ornamentación.
Con una amplia información gráfica (alrededor de 150 fotografías, muchas de ellas inéditas), el libro consta de un exordio y 17 capítulos, en los que se presentan los principales datos biográficos de Pasqual Carrasquer, se analizan las temáticas de sus cadafalcos y sus problemas con la censura franquista, y se describen las fallas hechas en cada una de las poblaciones en las que dejó constancia de su buen hacer como artista fallero.
Sin salir de su taller en Sueca, la fama de Pasqual pronto traspasó los límites comarcales y en los años cincuenta y sesenta del siglo XX conquistó la ciudad de Valencia con fallas en la calle de les Danses y, sobre todo, Felix Pizcueta-Cirilo Amorós, que todavía hoy son recordadas y con las que consiguióla gloria de los premios. Tampoco le importó estar en inferioridad de condiciones económicas para cmpetir con los artistas más grandes en una única incursión en la sección Especial, en 1959 con la comisión de Luis de Santángel – Matías Perelló.
VLC Noticias | Redacción