Valencia Noticias | Redacción. Fotos. R. Fariña.- En la tarde de este miércoles, 2 de junio, la lucha estatal que el colectivo de técnicos de Movistar subcontratados está llevando a cabo desde hace casi dos meses ha roto lo que la CGT calificó en un comunicado como “el muro del silencio en Valencia” con una concentración frente a la céntrica tienda de la multinacional.
En la protesta, convocada por la CGT, han participado personal propio de Telefónica, personal contratado y subcontratado de las cuatro contratas que operan en Valencia (Teleco, Itete, Abentel y Elecnor), además de trabajadores del sector del Telemarketing.
Tal y como señalan desde la Sección Sindical de CGT-Telefónica “La degradación de las condiciones de trabajo es tal, que es difícil hablar sin escandalizarse. Hace apenas 20 años, Telefónica contaba con 77.000 personas en su plantilla con unas condiciones laborales conseguidas tras muchos años de lucha sindical y social. Sin embargo, en la actualidad tan solo hay 22.000 trabajadores en plantilla directa y se estima que pueden ser más de 100.000 personas en el todo el estado español que en la actualidad están trabajando de forma indirecta para Telefónica”.
En este sentido, el sindicato puntualiza que la acción del próximo martes pretende acabar con la “histórica división” entre el personal de Telefónica y de contratas, “división fomentada” desde la propia empresa matriz que ha jugado siempre “al enfrentamiento” entre ambos colectivos.
Asimismo, desde la CGT se destaca el papel que han desempeñado los sindicatos mayoritarios como partícipes de la fragmentación obrera. No en vano, en el Comité de Empresa de Valencia, la Confederació presentó hace unos días una propuesta de apoyo a la lucha de autónomos y personal de contratas que, finalmente, fue rechazada por CCOO y UGT, al considerar que, tras la firma de un acuerdo alcanzado con la patronal sin previa consulta a los afectados, “no existe problema”.
Por su parte, Sergio, técnico de movistar subcontratado como falso autónomo, explica que el final del conflicto pasa por “la derogación del contrato bucle impuesto por Telefónica” y por poner “punto y final a las absurdas cadenas de subcontrataciones”. “Es inadmisible”, arguye, “que con unas ganancias del 162% más en el primer trimestre de este año, Telefónica imponga unas condiciones miserables que hacen imposible vivir dignamente a miles de trabajadores”.
De esta manera, bajo la exigencia de “40 horas semanales y dos días de descanso” y “A igual trabajo, igual salario”, se firmará un compromiso con diferentes partidos políticos, tal y como se ha hecho ya en Barcelona y en Madrid, por el cual se comprometen a rescindir contratos de telecomunicaciones públicos con Telefónica si la multinacional no cede a las justas reivindicaciones.