Rooftop and Urban Gardening.La agricultura urbana o periurbana es la practica de una agricultura dentro o en los alrededores del área urbana.
La tierra usada puede ser privada residencial, balcones, paredes o techos de edificios, calles públicas o márgenes y antiguos sotos deforestados de los ríos
Nosotros vamos a dar unos pequeños consejos para empezar.Si nos basamos en el libro "Frutales en Macetas" de Peter Klock o echonet.org estos serían algunos consejos a seguir:
• Objetivo: Conseguir un huerto urbano barato y fácil de cuidar, obteniendo una producción meramente satisfactoria (sin pretender la optimización comercial). Este objetivo les hace rechazar el cultivo hidropónico.
• Profundidad y Recipientes: Un huerto urbano no requiere mucha profundidad (shallow bed gardens). Ellos han demostrado que en 7-15 centímetros de profundidad se puede plantar casi de todo (zanahorias, tomates, judías, maíz, guisantes, calabazas, rábanos, berenjenas, pepinos, albahaca, menta…). Las raíces no requieren mucho volumen si tienen suficiente agua, aire y nutrientes. Respecto a los recipientes, no hacen falta ninguno. Se puede hacer un montón con forma de meseta sobre el suelo de cemento o sobre una tabla y plantar ahí. Por supuesto, se puede hacer un recipiente con paredes. Ellos han tenido éxito hasta plantando plantas pequeñas (lechugas, cebollas…) en un canalón de los que recogen el agua de lluvia de los tejados.
• Nutrientes y Aire: Lo mejor es plantar en compost (no usan tierra), aunque también sirven otras mezclas (hierba cortada, hojas de árboles, malas hierbas, serrín…) que se convertirán en compost con el tiempo. Incluso, aconsejan usar un fondo con materiales difícil de corromper y que creen huecos (latas de bebida cortadas, cáscaras de coco, grava, esquirlas de madera…), con objeto de que las raíces encuentren el aire que también necesitan. Estos huertos tienen la ventaja añadida de que su poco peso permite que se instalen en cualquier lugar (tejados, terrazas…).
- Ejemplo de esquema propuesto
• Agua: La principal diferencia de estos cultivos con respecto a los tradicionales es que hay que regarlos muy a menudo (incluso diariamente o más aún). Si el agua es muy abundante y se tira, se pierden nutrientes (lixiviación). Para no tener que regar mucho, proponen usar un fondo estanco, donde se acumule el agua asegurando un nivel de agua más o menos constante y con al menos 4-6 cm. de suelo por encima de ese nivel. Conseguir un nivel fijo es simple con un bidón de agua con un agujero en su tapadera, colocado invertido sobre el fondo de la balsa, que debe estar delimitada. Esta construcción es muy simple: Se colocan unos palos en forma de cuadrado, se pone un plástico encima que formará la balsa, se pone el montón donde se plantará en un lado y el bidón invertido en otro. Con una cuña levantando el bidón puede controlarse el nivel del agua. El dibujo adjunto muestra una sección transversal de este tipo de huertos de poca profundidad con balsa de agua .
Nuestra terraza, ventana o balcón puede convertirse en un "lugar ideal" para poder cultivar algunas plantas
Los libros aconsejan escoger una ubicación que reciba, al menos, 8-10 horas de luz solar directa. La ventana más soleada de mi casa (orientación Oeste) recibe sol unas 7 horas en verano (menos en invierno). Lo ideal es una terraza sin edificios que bloqueen el sol (en lo alto de un edificio por ejemplo), pero yo no dispongo de ese lujo.
Por simplicidad y para no tener que regar muy a menudo puede usar maceteros de plástico más profundos de lo estrictamente necesario Tres de 39 cm. de diámetro y 30 de profundidad uno un poco más grande y otro más pequeño de 24 y 24 cm.
2. Plantar para Recoger
Escoger lo que plantar no debe ser complicado y depende de los gustos personales, del clima local… Y en cualquier libro es fácil encontrar la época de siembra para cada especie.
3. Abono Natural, Compost y Malas Hierbas
El abono o fertilización de la tierra es fundamental y si no se incorpora materia orgánica suficiente habrá que utilizar fertilizantes químicos comerciales. Si el huerto es pequeño será fácil conseguir abono natural: Estiércol animal es fácil de conseguir (los humanos somos animales), y convenientemente enterrado no huele. Lo mejor es probar distintas opciones: Si consigue estiércol de caballo verá que no huele. o el de los periquitos.
También es fácil hacer compost un abono natural ecológico resultante de la descomposición de materia orgánica, tal y como hace la naturaleza. Hacer compost es simple (búsquelo por Internet o en algún libro). Para nuestro pequeño huerto urbano podemos usar un macetero vacío y depositar poco a poco restos orgánicos (basura orgánica): la piel de una manzana o de otra fruta o verdura, una cáscara de huevo, hojas secas, una pera que se estaba pudriendo… Vale cualquier resto orgánico y si podemos partirlo en trozos mejor, pues más rápida será la descomposición. Esa descomposición puede tener efectos desagradables (olores y mosquitos), pero puede evitarse depositando los restos orgánicos poco a poco para que la descomposición se haga paulatinamente y no de golpe. Si se usan básicamente restos vegetales sólo habrá unos pequeños e inofensivos mosquitos que revolotearán siempre cerca del recipiente. Además, es importante que la descomposición se haga al aire, por lo que si se depositan muchos restos orgánicos será bueno remover de vez en cuando. Cuando el recipiente del compost esté lleno, negro y bien descompuesto tendremos un abono estupendo que no huele y que debe mezclar con la tierra cuando quiera. La descomposición del compost es más rápida en ambientes cálidos y húmedos (deposite al sol y riegue si es posible). Evite, en lo posible, echar semillas al compost ya que al abonar también estará plantando esas semillas.
Averigüe cuando y cómo es la mejor forma de abonar. En general lo mejor es un mes antes de la siembra y mezclando el compost con la tierra, lo cual también sirve como técnica de arado. Por último, si no puede conseguir abono natural ecológico de forma gratuita, puede comprarse en cualquier tienda de plantas: El guano es un abono muy bueno.
Quizás lo mejor es usar varias técnicas de fertilización. Si sobre la tierra deposita materia orgánica de vez en cuando, ésta se irá descomponiendo lentamente (aquí hay que tener en cuenta que los microorganismos descomponedores usan los mismos elementos fertilizantes que las plantas, por lo que éstos no estarán disponibles hasta la total descomposición: hasta que obtenemos compost). Se ha demostrado científicamente que también es práctico regar alguna vez con orina diluida en el agua pues contiene nitrógeno, fósforo y potasio (en Suecia se ha usado para el trigo con resultados excelentes). Las malas hierbas también son un problema, pero la solución es quitarlas "a mano" para que no compitan con nuestras plantas por el agua y los nutrientes. Para evitarlas es muy eficaz hacer un acolchado en la tierra depositando hojas secas sobre la tierra que, con el tiempo, se convertirán en abono. La regla es " todo lo que sale de la tierra o se come o vuelve a la tierra ".
4. Otros detalles
El control de plagas y enfermedades puede ser complejo y si ocurriera deberá averiguar cómo solucionarlo. Yo no he tenido ningún problema aún y ni siquiera he aplicado la técnica más básica para prevenir: La rotación de cultivos. Si se plantan alternativamente cultivos de plantas de distinta familia se reduce el riesgo de padecer este tipo de problemas.
Cualquier huerto es incompleto si no hay vida animal. Pero la naturaleza nos sorprende proporcionando esa vida animal gratuitamente y sin esfuerzo. Mi pequeño huerto se ha convertido en un oasis en medio de tanto cemento y asfalto. Allí vienen los más variados insectos para hacer una parada y repostar (véase en la foto superior un insecto en una flor de melocotonero). Si lo único que sentimos por estos animales es odio, entonces lo mejor es renunciar a nuestro huerto y seguir encerrados entre cemento y ladrillo. La vida se abre camino… ¡dejémosla!. En mi huerto vive una pequeña y esquiva lagartija. ¡Quién sabe qué habría sido de ella sin mi huerto!.
Los maceteros de plástico son baratos pero son mejor los de barro, porque respetan más la temperatura de la tierra aunque pesan más. Una solución es cubrir los maceteros para evitar que reciban el sol de forma directa. En verano tuve que regar a diario los tomates. Hay sistemas de riego automático muy simples. Otra solución es usar un huerto con balsa como se explicó anteriormente (shallow pool gardens).