La motivación a la que había sometido Pellegrino a sus futbolistas en los útimos días dios el resultado previsto. El técnico argentino había apelado a que ya tocaba ganar fuera de Mestalla, había arengado a sus futbolistas a que sacaran lo mejor que llevaban dentro de sí, entre, otras cosas, porque el choque ante el Bate Borisov se había convertido en un encuentro clave de cara a la clasificación para la próxima ronda de la Champions League… Y en mensaje llegó alto y claro.
El Valencia se plantó en Minsk con su mejor versión. La buena, la del equipo que sabe jugar al fútbol, la de un conjunto en el que juegan todos, en el que saben cada uno de sus futbolistas lo que tienen que hacer y dónde tienen que estas y, fruto de ello fue que el avión de regreso volvió cargado con tres goles en la bodega que dieron una victoria además de merecida, balsámica y convincente, además de casi clarificadora de cara a la próxima ronda. Es decir, un triunfo ante el mismo rival la próxima jornada en Mestalla pondría un pie en los cuartos de final de la máxima competición europea.
El Valencia salió convencido de lo que tenía que hacer para ganar al líder de su grupo. Pellegrino había tomado buena nota de la derrota del Bayern en el Dinamo Stadium y aprovechó la recuperación de Ricardo Costa y, sobre todo, Albelda, para fortalecer el centro del campo y dar más protagonismo al balón, a la vez que contundencia defensiva. Con el Gran capitán, junto a Gago y Tino Costa, el Valencia dominaba el encuentro y desde el inicio se lanzó sobre la meta bielorrusa.
Pero el Bate estaba dispuesto a demostrar por qué el Bayern había salido goleado de su estadio. Con dos contragolpes vertiginosos pusieron a prueba los reflejos de Alves, que respondió a la perfección. Mientras, en la otra portería, Soldado avisaba de lo que después iba a llegar, aunque la eficacia del 9 valencianista no se evidenció hasta el descuento de la primera mitad, cuando materializó un penalti que Simic había cometido sobre él mismo.
Los primeros minutos tras la reanudación fueron los mejores de los locales, que salieron convencidos de que podían enderezar el encuentro. Pero cuando mejor estaba jugando el Bate recibió su propia medicina. Una contra muy bien llevada por el Valencia la culminó Soldado con un golazo al empalmar sin dejar caer el balón un centro desde la izquierda de Guardado.
El segundo tanto valencianista hundió definitivamente a los locales que no pudieron hacer más que ver cómo el Valencia tocaba y tocaba el balón, mientras que el Bate se limitaba a tratar de acercarse a la meta de Alves con tímidos contragolpes que, si bien alguno llevó peligro, en ningún momento puso en peligro la victoria valencianista.
Mucho menos cuando una combinación perfecta entre tino Costa y Soldado sirvió para que el ariete valenciano culminara su gran noche con su tercer tanto, un tanto que dejó definitivamente rendido al Bate Borisov y que permitió que el Valencia incluso tuviera ocasión de volver a España con un renta más alta si el propio Soldado hubiera enganchado bien un balón ante Gorbunov en la jugadad inmediata anterior a sus sustitución.
FICHA TÉCNICA.
BATE BORISOV: Gorbunov; Filipenko, Simic, Polyakov; Bordachev, Olekhnovich, Likhtarovich (Sivakov, min.53), Volodko (Bressan, min75), Pavlov (Mozolevski, min.67); Hleb, Rodionov.
VALENCIA: Alves; Pereira, Rami, Costa, Cissokho; Feghouli (Barragán, min.82), Costa, Gago, Albelda (Éver Banega min.79), Guardado; Soldado (Jonas, min.76).
GOLES: 0 – 1 , min.45+1, Soldado, de penalti. 0 – 2 , min.55, Soldado. 0 – 3 , min.69, Soldado.
ÁRBITRO: Craig Thomson (ING). Amonestó con tarjeta amarilla a Soldado (min.45) y Albelda (min.65) en Valencia; y a Simic (min.45), Pavlov (min.59) y Ari (min.94) en el BATE Borisov.
ESTADIO: Dinamo Stadium.
VLCCiudad.com / Pepe Aguilar