Un solitario tanto de Pedro León dio la victoria al Getafe CF, que ganó al Levante UD en el Coliseum Alfonso Pérez en un encuentro aburrido, espeso, frío y con pocas ocasiones que condenó al cuadro granota a su cuarta derrota consecutiva.
Joaquín Caparrós y Luis García tenían la difícil misión de cambiar la mala imagen que ofrecieron sus equipos la pasada jornada. El Getafe, como local, acaparaba más responsabilidad tras el 7-0 que encajó en el estadio Vicente Calderón ante el Atlético de Madrid. La goleada más abultada de la historia del conjunto madrileño exigía una rectificación urgente.
Tampoco estaba en buena situación el Levante, que fue derrotado 0-3 por el Villarreal en un partido errático. Su visita al Coliseum Alfonso Pérez se presentaba como una ocasión para redimirse y conseguir tres puntos para olvidar penas.
Pero no lo hizo ni el Getafe ni el Levante. Los dos equipos ofrecieron un espectáculo lamentable en la primera parte. Nunca se había visto nada igual en el Coliseum Alfonso Pérez. En 45 minutos, ningún equipo fue capaz de disparar entre los tres palos. Tampoco a portería. Las mayores ocasiones llegaron mediante algún que otro córner que atraparon los porteros Miguel Ángel Moyá y Javi Jiménez.
Eso fue lo mejor de un primer acto aberrante. El árbitro Eduardo Prieto Iglesias ni se molestó en añadir un segundo. Fue lo mejor que pudo hacer, mandar a todos a la caseta a reflexionar sus penas.
No debieron meditar a fondo, porque el choque siguió por los mismos derroteros. Sólo hubo cuatro momentos de peligro y uno de ellos lo celebró el público como una broma. El primero, la mejor ocasión del Levante, la protagonizó David Barral, que cabeceó un saque de esquina que salvó Moyá como pudo.
Después, mucho después, Diego Castro disparó entre los tres palos por primera vez para el Getafe. El partido marchaba por el minuto 65 y el tiro del gallego, manso y fácil para Javi Jiménez, fue celebrado con una ovación irónica por su público.
Y la tercera, cuando el partido agonizaba entre bostezos, fue la definitiva. Un mal despeje de Simao cayó en los pies de Diego Castro, que asistió a Pedro León, autor del único gol del encuentro. Entonces, el Levante intentó el empate sin orden pero logro estrellar un balón en la escuadra por medio de Sergio Pinto. No hubo nada más digno de mención.