Hace 70 años Estados Unidos realizó el primer ataque nuclear de la historia: lanzó una bomba atómica sobre la ciudad japonesa de Hiroshima. Ocurrió el 6 de agosto de 1945, en el tramos final de la Segunda Guerra Mundial.
El 6 de agosto de 1945, cuando estaba a punto de terminar la Segunda Guerra Mundial, una bomba de uranio llamada “Little Boy” fue lanzada por el mítico avión Enola Gay sobre Hiroshima (Japón) y causó más de 100.000 muertes, además de destruir la ciudad.


Se estima que hacia finales de 1945, las bombas habían matado a 166 000 personas en Hiroshima y 80 000 en Nagasaki,4 totalizando unas 246 000 muertes, aunque sólo la mitad falleció los días de los bombardeos. Entre las víctimas, del 15 al 20 % murieron por lesiones o enfermedades atribuidas al envenenamiento por radiación.5 Desde entonces, algunas otras personas han fallecido de leucemia (231 casos observados) y distintos cánceres (334 observados) atribuidos a la exposición a la radiación liberada por las bombas. En ambas ciudades, la gran mayoría de las muertes fueron de civiles.