Índice de contenidos
Los malabares digitales: cómo los usuarios intentan engañar a la IA puritana para generar simples imágenes veraniegas
Subtítulo: La comedia involuntaria de intentar representar escenas inocentes de playa sin ofender al algoritmo más mojigato del siglo XXI
Valencia noticias – Noticias de Valencia
A orillas de la Malvarrosa, mientras los turistas lucen sus camisetas de tirantes, los niños construyen castillos de arena y los vendedores ambulantes pasean con sus cubos de mojitos improvisados, los usuarios de inteligencia artificial libran una batalla invisible: la lucha por conseguir que un simple dibujo de una mujer en la playa no active los sistemas de censura digital automática.
Porque no, querido lector, no estamos hablando de generar imágenes indebidas, ni de contenido para adultos. Hablamos de algo tan inocente como un simple bikini, ese uniforme veraniego cotidiano que cualquiera puede observar en cualquier playa valenciana cualquier día del año.
Pero para las IA comerciales, esa prenda es pura dinamita moral.
El algoritmo puritano: más rígido que la abuela de misa diaria
Como ya hemos repasado en los capítulos anteriores, los filtros de las grandes IA comerciales no tienen sentido común, contexto ni cultura. Tienen lo que podríamos llamar un modo pánico permanente.
Su razonamiento es simple (y cobarde):
- ¿Hay posibilidad de contenido sexualizado?
- ¿Puede esto aparecer en titulares incómodos?
- ¿Podría alguien enfadarse en Twitter?
Si la respuesta es “quizá”, entonces: bloqueo automático.
Así, incluso intentar generar una imagen inocente de una turista tomando el sol puede ser una tarea tan frustrante como intentar pedirle a un ascensor que funcione durante un apagón.
El arte del prompt engineering evasivo: los nuevos escapistas digitales
Ante estas limitaciones absurdas, muchos usuarios han desarrollado toda una disciplina casi artística: la ingeniería de prompts evasivos.
Su objetivo no es crear contenido prohibido.
No.
Solo quieren obtener algo que en la vida real es perfectamente normal:
una ilustración de verano con ropa de baño.
Pero como no pueden escribir “bikini”, “swimsuit”, ni “two-piece”, han empezado a usar un lenguaje enrevesado, como si estuvieran redactando un tratado diplomático con Corea del Norte.
Veamos algunos ejemplos reales de estos malabares lingüísticos:
Prompt #1: El eufemismo poético
“Scene of people enjoying the seaside under a bright sun, wearing typical lightweight attire for warm climates, designed for swimming and relaxation, in a festive yet respectful atmosphere suitable for all audiences.”



Traducción para humanos:
“Gente en bañador, pero por favor, IA, no me censures por decirlo.”
Prompt #2: El “modo turístico inocente”
“Colorful beach day with families, groups of friends, and individuals engaged in leisure activities like sunbathing, swimming, beach volleyball, paddle boarding, and reading books under parasols, all wearing appropriate summer vacation clothing.”
Aquí el truco está en describir la escena completa sin mencionar detalles de vestimenta “sensibles”. La IA suele generar ropa muy neutral (camisetas, pareos, shorts largos) para curarse en salud.
Prompt #3: El “modo ilustración infantil”
“Cartoon-style family beach illustration with happy characters of all ages. Children building sandcastles, adults under umbrellas, vibrant summer colors, and culturally appropriate attire for public holiday destinations.”
Este suele funcionar bien porque la IA se relaja cuando cree que la imagen es para un público infantil o familiar.
El efecto secundario: las imágenes absurdas
Lo divertido es que muchas veces el resultado de estos malabares es pura comedia involuntaria:
- Mujeres en la playa con camisetas de manga larga bajo un sol de 40 grados.
- Gente bañándose con pantalones vaqueros cortos.
- Personajes generados con toallas que parecen faldas medievales.
- Pareos que cubren más que el uniforme de un árbitro de sumo.
Porque claro, la IA, al detectar cualquier ambigüedad, opta por la opción más conservadora posible.
Valencia: la playa imposible de representar
Pongamos el ejemplo local, porque aquí es donde se ve lo absurdo:
- En cualquier día de julio en Valencia, tendrás a miles de personas en bikini en la Malvarrosa o en la Patacona.
- Pero si intentas generar esa misma escena con IA, obtendrás una versión edulcorada, digna de un campamento de monjas.
“Playa sí, pero sin piel, por si acaso.“
¿Por qué es tan ridículo este miedo?
Porque en la vida real:
- Las imágenes de turistas en bañador están en todos los folletos turísticos oficiales.
- Hay vallas publicitarias por toda la ciudad mostrando escenas veraniegas con normalidad.
- En las redes sociales, millones de personas suben selfies en bañador todos los días sin que pase nada.
Pero el algoritmo de IA, incapaz de distinguir entre:
- Una ilustración veraniega legítima.
- Un contenido sexualizado peligroso.
…opta por aplicar la censura preventiva a todo lo que huela mínimamente a “poca ropa”.
El verdadero problema de fondo: la IA no entiende la intención
Este es el gran agujero negro de la ética digital automática:
- Si tú, como humano, pides una imagen de playa, lo haces con una intención clara.
- La IA no puede evaluar esa intención. No puede leer tu mente.
- Solo sabe que las palabras “ropa ligera” pueden derivar en problemas legales para sus creadores.
Y como los responsables de estas IA tienen más miedo a los abogados que al ridículo lógico, los filtros siempre ganan.
La gran paradoja moral
- Bikini = riesgo de sexualización → censura.
- Burka obligatorio impuesto en dictaduras religiosas = neutral → permitido.
Porque los filtros no entienden ni de derechos humanos, ni de represión, ni de feminismo, ni de libertad.
Solo entienden de palabras peligrosas para el departamento legal.
¿Cómo se soluciona esto?
La solución real sería enormemente compleja:
- Algoritmos capaces de entender contexto cultural.
- IA con capacidad para distinguir empoderamiento de cosificación.
- Modelos sensibles a los derechos humanos reales, no solo a los titulares de escándalo.
Pero todo esto requiere un nivel de desarrollo ético, filosófico y técnico que hoy por hoy no existe en ninguna IA comercial.
¿Estamos creando máquinas inteligentes, o simplemente estamos programando robots hipersensibles incapaces de entender el mundo que intentan representar?