Las multinacionales no se escapan de los efectos de la crisis. Coca-cola, en otros tiempos paradigma del poderío económico, a salvo de gobiernos, políticas económicas y cifras de paro, ha anunciado recientemente un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para su filial española, Coca-Cola Iberian Partners (CCIP). Un total de 198 trabajadores serán despedidos en las plantas de la Comunidad Valenciana, 111 de las que actualmente trabajan en Alicante y 87 en la planta de Valencia. En España, el total de trabajadores despedidos ascenderá a 750.
Además de los reajustes laborales, la multinacional norteamericana anunció el cierre de cuatro de sus plantas en España: Alicante, Colloto (Asturias), Palma de Mallorca y Fuenlabrada (Madrid).
Los sindicatos ya se han pronunciado en contra de los términos del ERE anunciados por Coca-cola y anuncian movilizaciones. Concretamente CCOO rechaza radicalmente el ERE que se pretende y avanza que habrá conflicto, y que será duro, ya que Coca-Cola tiene unos beneficios de alrededor de 900 millones de euros y una facturación de más de 3.000 millones, no estando ni mínimamente justificado el reajuste de personal.
En este sentido, y con carácter complementario a que los comités de empresa o de centro realicen los paros que consideren oportunos, CCOO hará una convocatoria de paros general que abarque el período de consultas, siendo las dos primeras semanas paros de dos horas por turno y trabajador, los martes y los jueves y la tercera semana, paros completos el martes y jueves. Los paros empezarán la semana del 3 de febrero.
Por otra parte, CCOO ha dejado reflejado en el acta sus dudas de que Coca-Cola Iberian Partners (CCIP) sea un grupo laboral consolidado, en cuyo caso adoptá las medidas legales oportunas. Asimismo, CCOO ha manifestado sus discrepancias en la composición de la Mesa.