El vicesecretario y portavoz de la Comisión Ejecutiva del PSPV, Francesc Romeu, ha señalado que la ponencia de estatutos que ha presentado el PPCV para su congreso regional “reconoce que ha dañado la imagen de nuestra comunidad. Además, desvela claramente los graves problemas a los que se enfrentan los populares en su propio partido, así como la situación de debilidad interna en que se encuentra el presidente de la formación, Alberto Fabra, y la perspectiva de pérdida de poder institucional de la que ya son conscientes”.
Romeu, en un comunicado, ha hecho hincapié en lo que considera “una muestra más de la desfachatez del PP valenciano, que es capaz de incluir en su argumentario un punto sobre la necesidad de cambiar la imagen negativa de la Comunidad Valenciana, cuando ellos son los únicos culpables de haberla creado”.
En este sentido, ha remarcado que el PP “reconoce que ha dañado la imagen de nuestra comunidad, porque nos ha llevado al paro, al despilfarro y la corrupción, que es por lo que, tristemente, se nos conoce en el resto de España y en Europa. Ahora no pueden pretender recuperar lo que ellos han creado, porque es evidente que están inhabilitados para gestionar de forma efectiva los intereses de los valencianos”.
A su juicio, la ponencia de los ‘populares’ “está vacía de iniciativas, pero sí contempla ideas como la privatización de algunos servicios básicos y recortes que perjudicarán gravemente la estabilidad económica de los valencianos, como es el caso del pago de los medicamentos, al que en breve todos tendremos que hacer frente”, ha apuntado Romeu.
El portavoz socialista considera que los ‘populares’ “ya no suponen una esperanza ni una perspectiva de futuro para la Comunidad Valenciana, sino que ellos y los ciudadanos empiezan a ser conscientes del grave problema en el que se encuentran inmersos debido a la mala gestión que arrastran desde hace años. No han sabido hacer política, al menos no para garantizar la estabilidad pública, sino que se han centrado en satisfacer sus intereses personales y en obtener rédito privado”.
De hecho, en este momento, “se encuentran inmersos en una grave guerra interna, que los distrae todavía más de sus obligaciones. La batalla entre Fabra, Barberá y Rus deja patente que todos ellos ya son conscientes de que en poco tiempo comenzarán a perder poder institucional, por eso quieren posicionarse orgánicamente. Por si fuera poco, una vez más queda clara la debilidad de Fabra, como presidente de la Generalitat y como presidente de su partido, puesto que ni siquiera podrá sancionar a los miembros de su partido, sino que tendrá que depender de Génova, una dependencia que le supone un lastre y de la que es incapaz de deshacerse desde el momento de su nombramiento”, ha apuntado Romeu.
VLC Ciudad/Redacción