Este virus letal, para el que no existen vacunas, tiene un punto débil: necesita tocar a la persona para afectarla. Por eso la protección es la mejor defensa
El equipamiento necesario para estar a salvo del contagio es bastante más accesible de lo que podría pensarse para una enfermedad tan peligrosa como el ébola. No se recomienda para personas comunes, sino para quienes por su trabajo estén en contacto o cerca de pacientes infectados.
La vestimenta consta de sólo cinco piezas: dos pares de guantes de látex, un barbijo, un visor protector para los ojos y un delantal impermeable de mangas largas. La idea es proteger toda la piel y las membranas mucosas del contacto con personas u objetos que tengan el virus.
Jon Premosch / BuzzFeed News
Algo que tener en cuenta es que el orden en el que uno se pone y se saca este equipo es tan importante como el equipo mismo. Basta una pequeña alteración en la secuencia para quedar mortalmente expuesto al contagio.
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Estos son los pasos a seguir según el protocolo del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), consultado por BuzzFeed. Todo comienza con el primer par de guantes, que deben ser tratados como la piel y no deben ponerse en contacto con ninguna sustancia peligrosa.
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El segundo paso es ponerse el delantal, que debe cubrir desde el cuello hasta las rodillas, y tiene que proteger bien las muñecas. Es necesario atarlo a la altura de la cintura y de la nuca, pero con nudos simples, que se puedan desatar fácilmente.
Luego llega el turno del barbijo, que debe estar bien ajustado hacia atrás. Es importante apretar en ese momento el metal que cubre la nariz, para que quede bien amoldado al rostro.
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El cuarto paso es el visor que, al igual que las antiparras que se usan para nadar, debe impedir que entre cualquier líquido por los costados.
Por último, el segundo par de guantes. Hay que asegurarse de que cubran al primero e incluso parte de las mangas del delantal. Recién entonces la persona está lista para trabajar en una zona de riesgo.
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Ahora llega el momento de desvestirse, que es la parte más delicada. Primero hay que lavarse las manos con alcohol y remover los guantes exteriores.
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Con una mano hay que tirar cuidadosamente de la otra, para asegurarse de que no se corra el guante que está en contacto con la piel. El de la otra mano hay que sacarlo de una manera distinta.Para evitar que el guante interior entre en contacto con la suciedad, es necesario introducir un dedo de la mano libre, dar vuelta el borde inferior, y removerlo jalando de adentro hacia afuera.
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Con una lógica similar hay que sacarse el delantal. Primero se desatan los nudos y luego se remueve desde adentro, dando vuelta las mangas para no tocar la parte exterior.
Después se saca el visor, tomándolo por la correa, nunca por el frente. De la misma manera se hace con el barbijo.
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Para terminar, hay que retirar los guantes que quedan de igual modo que antes se había hecho con los externos. Con estos y todas las otras piezas, hay que hacer una pelota y depositarla en una bolsa de basura especialmente seleccionada.
Fuente infobae