Los casales falleros y otras sedes festeras exhibirán un cartel que indique su tipología A, B o C dependiendo de si es un lugar de acceso privado, semiprivado o público.
El conseller de Gobernación, Serafín Castellano, ha señalado que las sedes festeras de la Comunitat Valenciana “deberán incluir obligatoriamente un cartel que indique su tipología A, B o C”, tras la Comisión de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas de la Comunitat.
Castellano ha explicado que la propia entidad festera será la encargada de la elaboración y la ubicación del cartel, que se colocará en la fachada de la sede, cerca de la entrada principal fácilmente visible. “La redacción del cartel se realizará en las dos lenguas oficiales de nuestro territorio y serán los ayuntamientos los que verifiquen la colocación de los mismos”, ha añadido.
Asimismo, la Comisión de Espectáculos ha aprobado que estas sedes también deben informar al Ayuntamiento a través de una Declaración Responsable, lo que les permitirá estar inscritos en el registro de la Generalitat.
El conseller ha recordado que el tipo A de sede festera engloba a los locales en los que únicamente se realicen tareas administrativas. En segundo lugar, el tipo B corresponderá a los no abiertos a la pública concurrencia y que, sin ser considerados como establecimientos públicos, podrían realizar actividades lúdicas y de ocio dirigidas únicamente a los miembros de la comisión. Por ejemplo, reuniones y comidas, ensayos de presentaciones, preparación de cabalgatas, etc. Por último, el tipo C son los abiertos a la pública concurrencia, que estarían abiertos, habitual u ocasionalmente, al público general. Estarían sujetos a la Ley de Espectáculos.
Asimismo, se ha incluido en el Consell de Festes Tradicionals de la Comunitat a Hermandades y Cofradías de la Semana Santa, así como a dos representantes vecinales y al subdirector de la conselleria de Gobernación competente en materia de espectáculos.
Servicio específico de admisión
El titular de Gobernación ha indicado que se va a fijar un mínimo de una prueba anual para la obtención del certificado que permite ejercer el derecho específico de admisión para ajustar la oferta a las necesidades reales del sector del ocio, restringiendo además costes por parte de la Generalitat.
“Desde que comenzamos las pruebas en junio de 2009, se venían realizando dos exámenes anuales, y hemos comprobado un paulatino descenso de los solicitantes, principalmente debido a que se han ido cubriendo los puestos con los aspirantes aprobados en las sucesivas convocatorias”, ha apuntado y ha agregado que hasta la fecha ha aprobado 959 personas que se han presentado en seis convocatorias.