(París/Francia/Agencias) La policía francesa buscaba activamente este jueves a dos hermanos, uno de ellos yihadista, sospechosos del ataque mortífero de la víspera contra el semanario Charlie Hebdo, tras la rendición por la noche de un presunto cómplice.
Los dos hermanos son sospechosos de haber matado a 12 personas en los locales del semanario parisino antes de darse a la fuga. El ataque generó una oleada de indignación en Francia y más de 100.000 personas se manifestaron espontáneamente para denunciar el terrorismo.
La policía difundió este jueves las fotos de los dos hermanos, Cherif y Said Kouachi, de 32 y 34 años. Estas personas son “susceptibles de estar armados y de ser peligrosos”, advirtió la Prefectura de policía de París, y precisó que son “objeto de órdenes de búsqueda y captura”.
Su presunto cómplice, Hamyd Murad, de 18 años, se entregó a la policía en Charleville-Mézières, noreste de Francia, “después de ver que su nombre circulaba en las redes sociales”, explicó a la agencia AFP una fuente cercana al caso.
Chérif Kouachi es un yihadista conocido de los servicios antiterroristas, condenado en 2008 por participar en una red para mandar combatientes a Irak, donde incorporaban a las filas de la rama iraquí de Al Qaeda, dirigida entonces por Abu Musab al Zarkaui. Según una fuente cercana al caso, se han practicado varias detenciones a lo largo de la anoche en el entorno de los dos hermanos.
El atentado, que diezmó la redacción de Charlie Hebdo y es el más cruento cometido en Francia en décadas, hizo pensar rápidamente en una venganza de los islamistas radicales. Charlie Hebdo publicó en 2006 caricaturas del profeta Mahoma que provocaron condenas y protestas en países musulmanes.
La brutal desaparición de ocho periodistas del semanario en este ataque provocó repulsa en el mundo entero, incluidos numerosos países musulmanes, y manifestaciones espontáneas que reunieron hasta 100.000 personas en ciudades de toda Francia.
Los agresores parecen haber seguido consignas dadas por el grupo Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) y la red Al Qaeda, a causa de la lucha de Francia contra el yihadismo.
La redacción del semanario, sorprendida en plena conferencia de redacción, ha perdido a cinco caricaturistas (Charb, Cabu, Tignous, Wolinski y Honoré) sumamente conocidos en Francia.
Honoré tuiteó instantes antes del ataque un dibujo que muestra al jefe del Estado Islámico, Abu Bakr al Baghdadi, deseando feliz año nuevo: “Y sobre todo mucha salud”.
Entre los muertos figuran dos policías, uno de ellos rematado a sangre fría cuando estaba herido en el suelo. El atentado dejó, asimismo, once heridos, cuatro de ellos, en estado muy grave.
El presidente François Hollande decretó “jornada de duelo nacional” este jueves y tres días de luto, durante los cuales las banderas ondearán a media asta.
“Nuestra mejor arma es nuestra unidad. Nada puede dividirnos, nade debe separarnos”, declaró Hollande en una alocución especial televisada.
En París, 35.000 personas acudieron a la céntrica Plaza de la República, no lejos de la sede de Charlie Hebdo.
Muchos portaban una pegatina negra donde podía leerse “Je suis Charlie” (“Yo soy Charlie”, en español), algunos sostenían pancartas, otros empuñaban, mano en alto, bolígrafos o lápices, para expresar su apoyo a la libertad de expresión.
Los manifestantes eran entre 13.000 y 15.000 en Rennes (noroeste), entre 10.000 y 15.000 en Toulouse (suroeste) y unos 7.000 en Marsella, sureste, según las cifras policiales.
Miles de personas se concentraron igualmente en ciudades de toda Europa, como Berlín, Bruselas, Madrid o Londres.
La búsqueda de los presuntos islamistas era frenética al caer la noche en Francia, con policías movilizados. Tras huir del lugar en dos coches, los atacantes desaparecieron en el este de París, rumbo a las afueras.
El primer ministro francés, Manuel Valls, informó este jueves que pasada noche varias personas fueron detenidas en relación con el atentado del miércoles en París y que los dos principales sospechosos a los que se está buscando habían sido objeto de seguimiento por las fuerzas del orden.
“Los servicios secretos los conocían y por eso se los seguía”, señaló Valls en referencia a los hermanos Chérif y Said Kouachi, supuestos autores materiales del atentado.
Preguntado sobre si hubo un fallo en su vigilancia, respondió que “es una cuestión legítima” que será objeto de “investigación”, que “frente a individuos muy determinados, puede haber fallos”.
Recordó que en los últimos tiempos las fuerzas del orden han desbaratado “numerosas” tentativas de atentados en Francia, y que se han detenido a “decenas” de presuntos terroristas.
El primer ministro no quiso precisar si los dos sospechosos están localizados, y se escudó en un “hay que dejar a la policía cumplir con su trabajo. La prioridad es detener a los terroristas que han cometido este atentado abominable”, porque la posibilidad de que vuelvan a atentar es su “principal preocupación”.
Para evitarlo, insistió, hay “miles” de agentes de las fuerzas del orden que están tras ellos, y también con esa meta, se publicaron la pasada noche sus fotografías para que cualquiera que tenga informaciones sobre ellos las transmita a la policía.
Valls no dio detalles sobre las “varias” personas arrestadas en las últimas horas, y se limitó a señalar que hay que esperar los resultados que puedan dar sus interrogatorios.
El presidente francés, François Hollande, ha organizado a partir de las 8:30 horas una reunión de crisis con los miembros de su Gobierno implicados directamente en la gestión del atentado y de las amenazas terroristas.
Hoy es jornada de duelo en Francia en recuerdo de los doce muertos en el atentado de Charlie Hebdo, y las banderas van a ondear a media asta durante tres días.
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