La Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) ha logrado paralizar en toda España unos 1.663 desahucios desde que se creó en Barcelona en 2009. Un equipo de investigadores ha analizado las claves del éxito y de la rápida expansión de este movimiento social que según los autores “trata de anteponer la justicia a la legalidad cuando las leyes son manifiestamente injustas”. El estudio denuncia por primera vez esta situación desde la comunidad científica.
La PAH está impulsada por la voluntad de hacer efectivo el derecho a la vivienda, recogido en el artículo 47 de la Constitución española
Para entender el éxito de la paralización de los desahucios que copa a diario las portadas de los medios de comunicación, Eva Álvarez, urbanista de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, ha examinado la capacidad de estos movimientos sociales para producir cambios reales.
El estudio, publicado en la revista Habitat International, explora el modo en el que se produce el rápido proceso de diseminación de esta red de movimientos sociales impulsada por su voluntad de hacer efectivo el derecho a la vivienda, recogido en el artículo 47 de la Constitución española.
“Quisimos visibilizar la problemática del tema de los desahucios y los esfuerzos de los afectados de la PAH para defender los derechos cuando las instituciones se están poniendo de espaldas a la realidad”, dice Álvarez.
El poder de la actuación social
El trabajo recoge las principales claves del éxito de la plataforma social que paró el primer desahucio en 2011, en plena efervescencia del movimiento del 15M. Para la investigadora, la PAH supo tomar conciencia de la realidad y reaccionar frente a ella, pero sobre todo logró anteponer la justicia a la ‘legalidad’. De hecho, la ley hipotecaria ha sido declarada ilegal por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). “La PAH ha conseguido cambiar el imaginario colectivo y ha logrado que la gente se una”, asegura la arquitecta.
“Lo más difícil no es paralizar un desahucio sino conseguir que los que se sienten víctimas pierdan el miedo y logren empoderarse y actuar”
“Lo más difícil no es paralizar un desahucio sino conseguir que los que se sienten víctimas –algunas personas llegan al suicidio– pierdan el miedo y logren empoderarse y actuar”, señala a Sinc la experta, también presidenta en España del movimiento ATD Cuarto Mundo, una asociación internacional que lucha contra la extrema pobreza.
Ante la dramática situación a la que muchos afectados se enfrentan, “la PAH ha conseguido recuperar al sujeto para que sea el líder de su propio proceso de cambio y de transformación”, añade. Una vez recuperado este empoderamiento, la gente ha sido capaz de organizarse para defender un derecho “que la propia ley vulnera”, lamenta Álvarez.
La PAH ha demostrado también cambiar la agenda política, algo que se aprecia en los programas que se preparan para las próximas elecciones: todos los partidos han incluido de uno u otro modo la defensa del derecho a la vivienda. “Hasta los partidos que han negado esta realidad en sus anteriores legislaturas lo llevan ahora en sus programas políticos. Otra cosa es que luego lo cumplan o no pero por lo menos ha habido un cambio”, apunta la investigadora.
“El desahuciado de la hipoteca podrías ser tú”
Según la investigación, la expansión de este movimiento social ha sido esencial para detener tantos desahucios. La difusión se produce en un espacio híbrido de dos maneras: en el territorio y en las redes sociales.
“En el momento en el que pierdas tu trabajo y estés dos meses sin pagar la hipoteca, podrías ser una de estas personas”
En la primera, las asambleas y los espacios locales permiten que se produzca la transformación de los agentes de cambios y “van contagiando a vecinos y vecinas”, observa Álvarez. A esto se añaden las redes sociales, “una estructura muy rápidamente replicable tanto en los modos de actuar como en la forma en la que se cuenta”, recalca la experta quien considera que la ciencia debe estar al servicio de la sociedad.
Uno de los aspectos que surgen a raíz de la propagación del movimiento es el tema de la empatía y que el propio estudio no logra abordar. “El éxito de la PAH radica también en que la gente empatiza con la problemática de las familias desahuciadas. Las personas entienden que el desahuciado de la hipoteca podrías ser tú. En el momento en el que pierdas tu trabajo y estés dos meses sin pagar la hipoteca, podrías ser una de estas personas”, zanja la urbanista, quien considera que la empatía promueve la acción social.
Referencia bibliográfica:
Álvarez de Andrés, Eva; Campos, Maria Jose Zapata; Zapata, Patrik. “Stop the evictions! The diffusion of networked social movements and the emergence of a hybrid space: The case of the Spanish Mortgage Victims Group” Habitat International 46: 252-259 DOI: 10.1016/j.habitatint.2014.10.002 Abril de 2015