Valencia Noticias | Redacción.- Agentes de la Policía Nacional han detenido a dos personas como presuntas autoras de un delito contra la salud pública. Los arrestados intentaban introducir un cargamento aparentemente legal de papayas que ocultaba 32 kilogramos de cocaína. La sustancia estupefaciente procedía de la República Dominicana y sus destinos eran Madrid y Barcelona.
La investigación comenzó hace más de un año a raíz de informaciones obtenidas por agentes especializados en narcotráfico que indicaban que varios individuos de origen dominicano, pudieran estar dedicándose a la introducción de cocaína procedente de dicho país, camuflada con productos legales.
Empresa “tapadera” y envíos de prueba
Los investigadores inicialmente llevaron a cabo una serie de indagaciones que les permitieron descubrir el pasado mes de junio, que los investigados habían constituido una empresa “tapadera” con sede en Barcelona y cuyo fin social era la importación de vegetales frescos. Tras varios meses de pesquisas, los agentes averiguaron el pasado mes de febrero, la llegada de una partida de papayas al Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Tras realizar las gestiones pertinentes para verificar si el cargamento ocultaba droga, se comprobó que solamente llevaba fruta.
Tras varios cargamentos legales, a mediados del mes de marzo se detectó la llegada de un camión al muelle de carga del aeropuerto. Posteriormente se observó como introducían en el remolque del vehículo cuatro palés repletos de papaya, marchándose a continuación. Tras circular por diferentes carreteras a una velocidad anormalmente reducida y realizando paradas intermitentes y sin sentido, el camión se detuvo en las proximidades de un centro comercial de la capital. En ese momento, sus ocupantes detectaron la presencia de los agentes e intentaron huir, siendo interceptados y arrestados en ese mismo instante.
Una vez realizada la inspección del camión y de su carga, se localizaron entre las 120 cajas de papayas y ocultos entre la fruta, 32 kilogramos de cocaína, distribuidos en paquetes de aproximadamente un kilo cada uno, así como 600 euros en efectivo.
La operación ha sido llevada a cabo por agentes de la Brigada Provincial de Policía Judicial, pertenecientes a la Jefatura Superior de Policía de Madrid.