Valencia Noticias | Redacción.- El Ayuntamiento de Valencia respaldó un año más el Día Mundial de la Esclerodermia, una enfermedad crónica y autoinmune, catalogada como “enfermedad rara” que afecta a tres de cada 10.000 habitantes y que se celebra cada 29 de junio. La delegada del área de Desarrollo Humano, Consol Castillo, ha visitado durante la mañana la mesa informativa de la Asociación de Esclerodermia Castellón (ADEC) situada en la puerta principal del Ayuntamiento de Valencia con el fin de ayudar a visualizar esta enfermedad.
Consol Castillo ha manifestado que desde el Consistorio quieren, sobre todo, “colaborar para hacer más visible esta extraña enfermedad, que sea reconocida y, para ello, nos hemos prestado a ayudarlos en aquello que sea conveniente”. En la misma línea, la concejala ha destacado que, dentro de las posibilidades del Ayuntamiento, “estarán a su lado para ayudarles a hacer normal esa enfermedad y a mejorar sus condiciones de vida” porque “es una enfermedad extraña cuyo desconocimiento provoca la marginación de los mismos afectados y los condena a una peregrinación por distintos centros médicos que, en muchas ocasiones, desconocen también los síntomas”. De esta forma, “se acaban juntado las complicaciones que lleva la enfermedad junto con la incomprensión por parte de la sociedad”.
La esclerodermia es una enfermedad crónica, autoinmune y rara que afecta a 3 de cada 10.000 habitantes. Afecta comúnmente a la piel, que se endurece, y de ahí el nombre de la enfermedad. En las formas sistémicas (denominada Esclerosis sistémica) también puede afectar a órganos internos por lo que se trata de una enfermedad que puede ser grave. Además, sueles ser más frecuente en mujeres, a las que afecta cuatro veces más que a los hombres y la edad de aparición suele ser entre los 30 y los 50 años, aunque puede aparecer a cualquier edad. Su causa aún es desconocida y no hay ningún medicamento para su curación total, aunque sí tratamientos eficaces para sus síntomas específicos. Por eso, el presidente de ADEC, Juan Carlos González Coll, ha señalado la importancia de realizar “un diagnóstico precoz para poder empezar lo antes posible el tratamiento adecuado para cada caso y evitar así complicaciones graves ya que, a veces, el diagnóstico llega a demorarse entre 8 y 10 años”.