Incendios implacables en varios estados al occidente acabaron con bosques y destruyeron hogares este domingo. Fueron más numerosos en el norte de California en donde se presentaron decenas de fuegos abrasadores que forzaron evacuaciones.
Los incendios forestales también ardían en Washington y Oregón.
El incendio más grande de California -que arrasaban el área de Lower Lake al norte de San Francisco- se extendió durante la noche hasta cubrir todavía más terreno afectado por la sequía, abarcando más de 80 kilómetros cuadrados (30 millas) en cuatro o cinco horas, dijo el director de Protección Forestal y de Incendios en California, Ken Pimlott.
La llamarada de rápida extensión arrasó con 183 kilómetros cuadrados (71 millas) para el domingo, un área mucho mayor que los 127 kilómetros cuadrados (49 millas) de San Francisco.
El fuego destruyó 24 hogares y 26 edificios anexos, y amenazaba a 5.000 hogares.
Muchos de los incendios de California fueron provocados por rayos y exacerbados por árboles secos, pasto y vientos erráticos, dijo Pimlott.
“El reto más grande son los ritmos extremos y explosivos de expansión de estos incendios”, agregó.
UN BOMBERO MURIÓ EL VIERNES EN EL BOSQUE NACIONAL MODOC
Más de 9.000 bomberos trabajan para sofocar los fuegos. Uno de ellos murió a finales de la semana pasada en un incendio en el Bosque Nacional Modoc, 160 kilómetros (100 millas) al sur de la frontera con Oregón.
El gobernador Jerry Brown declaró un estado de emergencia para California y activó a la Guardia Nacional de California para ayudar con la recuperación del desastre.