El concejal del grupo municipal socialista del Ayuntamiento de Valencia, Pedro M. Sánchez ha situado en “60,2 millones de euros la cantidad que el consistorio tendrá que abonar por pagar con retraso a proveedores y empresas. Esto supondrá pagar todos los días 66.700 euros desde 2013 a 2022”, ha apostillado.
“Otra vez los datos desmienten las declaraciones del equipo de gobierno porque ni se paga a tiempo a las empresas ni la situación del ayuntamiento es tan buena como dice”, ha argumentado. En esta línea, “si cumpliera sus obligaciones de pago, no habría que pagar intereses de demora ni se tendría que haber acogido al plan de pago a proveedores y el obligado plan de ajuste”.
De acuerdo con este último, ha explicado que en mayo el ayuntamiento “presentó 4.400 facturas a pagar por 181 millones de euros, que después amplió hasta 182,6 millones y en julio hasta 183,2 millones de euros. Esta operación financiera, supone un préstamo por esta cantidad a devolver en 10 años, con dos 2 de carencia. La garantía es la participación en los ingresos del Estado, de modo que si no se cumple con la devolución del préstamo el Ministerio de Hacienda retendrá el importe pendiente de las transferencias al ayuntamiento”.
Coste del crédito
Sánchez ha expuesto que la solución del PP “consistió en convertir la deuda comercial en más deuda financiera del ayuntamiento de Valencia. De esta forma, la mayor deuda con los bancos de Valencia supone que el crédito de 183,2 millones de euros tendrá un coste para de 60,2 millones de euros en los próximos 10 años”.
Así pues, ha calculado que, “el ayuntamiento deberá reintegrar 243 millones de euros para saldar la deuda con proveedores” y entre los años 2013 y 2022, deberá destinar una media de 24,3 millones anuales al reintegro del préstamo. Esto es pagar cada día 66.700 euros desde 2013 a 2022, que llegarán durante 2015 serán a 88.131 euros diarios.
Por tanto, ha advertido de que se trata de “recursos que la ciudad perderá en inversiones, prestaciones y servicios”. Todo ello, ha apuntado, “como consecuencia de un absoluto descontrol en los gastos por parte del equipo del gobierno municipal de Rita Barberá, que no ha sido capaz de ajustarse a los ingresos reales, ni ha sido capaz de cumplir sus propios planes de austeridad”.
El edil socialista ha asegurado que el gobierno municipal “con Rita Barberá al frente, queda en mayor evidencia si vemos que otras grandes ciudades no han tenido necesidad de solicitar un préstamo para saldar deudas. Barcelona, Málaga, Bilbao o Valladolid han podido eludir este préstamo, y el plan de ajuste que supone, por estar al día del pago con sus proveedores”, ha concluido.
VLCCiudad/Redacción