Mercedes Izquierdo, responsable del Servicio de Farmacia del Hospital Pare Jofré, explica que la multiplicidad de patologías existente en los pacientes mayores “se traduce en general en una polifarmacia, difícil de manejar y susceptible de numerosos errores y problemas relacionados con los medicamentos, con consecuencias no deseables tanto para el paciente como para el sistema sanitario”.
Es por todo ello que se ha elaborado este protocolo, cuyo objetivo fundamental es reducir al máximo el número de problemas relacionados con la medicación en pacientes ancianos polimedicados, a fin de mejorar en ellos la calidad y la seguridad de la farmacoterapia.
Las actuaciones encaminadas a mejorar la atención a los pacientes ancianos polimedicados se han planificado desde un abordaje interdisciplinario (participan de forma coordinada todos los profesionales implicados en el cuidado del paciente) y multifactorial (en la actuación hay que tener en cuenta 3 factores: la prescripción farmacológica, las reacciones adversas y la adherencia al tratamiento).
El protocolo, que se aplica a pacientes mayores de 75 años y que toman habitualmente 7 o más medicamentos, recoge las variables siguientes: Filtrado Glomerular (función del riñón); Fármacos necesarios omitidos o no prescritos (criterio STARTT); Fármacos potencialmente inapropiados en geriatría (criterio STOPP); Fármacos de baja utilidad terapéutica (UTB); Duplicidades terapéuticas (cualquier prescripción de dos fármacos de la misma clase).
Estudio de validación
Con objeto de validar el uso de este protocolo, se ha realizado un estudio en el que se ha revisado la historia clínica de los pacientes que cumplían los requisitos (45,7% de ellos de convalecencia, 40% de paliativos y 14,3% de Media y Larga Estancia), para su aplicación y se han registrado los problemas relacionados con la medicación que se han detectado.
Los resultados del estudio muestran que se han encontrado 44 problemas relacionados con la medicación, de los que 33 se habían detectado ya con el protocolo, lo que supone un importante porcentaje, el 75% del total.
Por otra parte, del estudio se desprenden unas oportunidades de mejora, sobre todo en lo que se refiere a los pacientes con fármacos necesarios omitidos o no prescritos (criterio STARTT), detectados por el farmacéutico clínico ubicado en la sala de hospitalización.
VLC Ciudad / Noticias Valencia