Un camarógrafo recorrió el laberinto que los yihadistas construyeron bajo la ciudad iraquí, liberada recientemente por los kurdos. Estructuras semejantes existen en la mayoría de las poblaciones bajo control terrorista
Decenas de metros de túneles con armas, electricidad y víveres corren bajo la superficie de Sinjar, en Irak. Fueron construidos por el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) tras la invasión de la ciudad en agosto de 2014. En noviembre de este año, las tropas kurdas que lograron expulsar a los terroristas los descubrieron.
Un camarógrafo de la agencia AP ingresó a esta verdadera ciudad subterránea y puso en evidencia una de las principales estrategias de combate del ISIS. Debajo del suelo de las poblaciones bajo su control, cavada en la roca en forma más o menos artesanal, corre unaverdadera ciudad paralela.
Los túneles tienen incluso zonas dormitorio, con luz eléctrica y ventilación. Ejemplares del Corán se ocultan en las estanterías, mezclados con alimentos, municiones, medicinas, mantas y todo lo necesario para la vida bajo tierra. Las paredes de los túneles están fortificadas con sacos de arena.
“Encontramos entre 30 y 40 túneles dentro de Sinjar“, dijo Shamo Eeado, un comandante de las tropas kurdas, conocidas como peshmerga.
“Era una red dentro de la ciudad. Daesh cavó trincheras con el fin de esconderse de los ataques aéreos y tener libre circulación subterránea, así como para almacenar armas y explosivos”, dijo Eadao, usando el acrónimo árabe para el Estado Islámico.
El video mostró dos túneles que recorren varios cientos de metros, cada uno con sus bocas de entrada entre los escombros de las casas derribadas por sus hombres en la ciudad.
Los pasadizos, estrechos, tienen altura suficiente para que un hombre se mantenga en pie sin dificultad. Los techos están reforzados con estructuras metálicas, donde corren los cables de electricidad.
En una sección semejante a un búnker, los yihadistas ocultaban herramientas para fabricar bombas.
Los expertos aseguran que el ISIS ha cavado pasadizos como estos en todo los territorios bajo su control en Irak y Siria, incluso antes de que la coalición liderada por Estados Unidos iniciara sus ataques aéreos hace más de un año.
ISIS tomó el control de Sinjar en agosto de 2014, cuando mató y capturó a miles de residentes, en su mayoría de la minoría religiosa yazidí. Los yazidíes tienen sus raíces en la antigua Mesopotamia iraquí y son considerados herejes por el Estado Islámico.
Cientos de mujeres yazidíes se encuentran aún secuestradas por ISIS, que las obliga a convertirse al islam y a casarse con sus combatientes.
Tras la expulsión de ISIS, los peshmerga encontraron en Sinjar dos grandes fosas comunes. La primera, no muy lejos del centro, albergaba los cuerpos de 78 ancianas. La segunda tumba, descubierta a unos 15 kilómetros al oeste de la ciudad, contenía entre 50 y 60 cuerpos de hombres, mujeres y niños.
Eadao ha dicho que, en la medida que sus hombres limpien de explosivos Sinjar, esperan encontrar más túneles y nuevas evidencias de las atrocidades cometidas por ISIS. “Es sólo una cuestión de tiempo”, dijo.