“Quieren sangre, no la paz, quieren la guerra y no la fraternidad”, dijo el Sumo Pontífice en una ceremonia en Castelnovo di Porto. Los ataques en la capital belga dejaron 31 muertos y al menos 300 heridos
El papa Francisco acusó este jueves a los “traficantes de armas” de estar detrás de los atentados yihadistas del martes de Bruselas durante la misa del Jueves Santo celebrada en el centro para migrantes de Castelnovo di Porto, cerca de Roma.
“Detrás de ese gesto están los traficantes de armas, que quieren sangre, no la paz, que quieren la guerra y no la fraternidad“, dijo el papa al referirse a los atentados que costaron la vida a 31 personas y dejaron 300 heridos.
“DETRÁS DE ESE GESTO ESTÁN LOS TRAFICANTES DE ARMAS, QUE QUIEREN SANGRE, NO LA PAZ, QUE QUIEREN LA GUERRA Y NO LA FRATERNIDAD”
La denuncia del papa fue pronunciada durante la ceremonia del Jueves Santos celebrada en la localidad de Caltelnuovo di Porto, pequeño pueblo al norte de Roma, donde se encuentra un centro que aloja a más de 800 refugiados y solicitantes de asilo de 25 países, entre ellos numerosos musulmanes.
Durante la ceremonia el papa argentino lavó los pies a 12 personas, tres mujeres y ocho varones, once de ellos refugiados de varias nacionalidades que han pedido asilo a Italia, un gesto para sensibilizar a Europa sobre el dramático flujo sin precedentes de migrantes que huyen de las guerras y el hambre de África y Oriente Medio.
“Aquí todos somos hermanos y todos decimos: ‘somos distintos, tenemos diferentes culturas y religiones, pero somos hermanos y queremos vivir en paz’“, agregó.
Entre los seleccionados figuraba una mujer eritrea, vestida de blanco con velo y cuatro nigerianos negros, muy emocionados, ante los cuales el papa se arrodilló para lavar a cada uno los pies, para sucesivamentesecarlos y besarlos.
Desde que fue elegido pontífice en el 2013, Francisco, decidió salir del Vaticano para lavar los pies a detenidos, mujeres y personas de todas las religiones.
El gesto del pontífice argentino, hijo de inmigrantes italianos, hace parte de los llamados que lanza desde hace meses a los países europeos para que abran sus fronteras a los refugiados.
Más de un millón de migrantes llegaron a Europa desde enero de 2015, provocando la peor crisis migratoria en Europa desde 1945.