Desde las pasadas Navidades, varias estatuas y esculturas que adornan los paseos, puentes y calles de la ciudad, están siendo objeto de una serie de actos vandálicos que dañan seriamente la integridad de las mismas debido a los compuestos químicos que contienen los aerosoles.
Algunas de las figuras más castigadas por estos vándalos suelen ser las ubicadas en el Pont de Fusta; esculturas, sistemáticamente, blanco de los caprichosos deseos de estos fantasmales artistas que aprovechan la noche para cometer sus fechorías.
Las figuras suelen aparecer con pintadas en sus rostros y en ocasiones en sus melenas. Los motivos son resaltar ojos y bocas, bien con apariencia de alegría o bien con apariencia de enfado, incluso algunos transeúntes comentan, que en un acto de humor más descabellado, aparecen con sus dedos o garras pintados.
Hasta el momento, los actos se repiten pese a la limpieza a la que son sometidas las obras pero, por desgracia, días más tarde vuelven a aparecer con sus ridículos dibujos.
VLCCiudad/Jimmy Entraigües