Este sábado Cofrentes celebra una de las fiestas populares más atractivas, la Maderada.
La Maderada recupera una tradición de los siglos XVIII y XIX en Cofrentes. La actividad fluvial cobró enorme importancia en esos siglos; cada año, con la llegada del otoño y la crecida de los ríos se organizaba la conducción de partidas de troncos procedentes de la serranía de Cuenca que llevaban hasta Alzira y Cullera.
La Maderada de Cofrentes trata de recuperar una tradición con más de tres siglos de historia, una tradición que en sólo seis años atrae hasta el municipio a numerosos visitantes.
La cita es a las 9 de la mañana de este sábado, 4 de Mayo, y el lugar de concentración la Plaza de España. Desde allí se marcha en romería hasta el Río Cabriel. Tras el preceptivo almuerzo en el Área Recreativa del Cabriel, al pie del río, y con unas impresionantes vistas del castillo, los vecinos de Cofrentes ataviados como los antiguos gancheros echan troncos al agua para transportarlos en un recorrido simbólico de unos 400 metros por el río. El resto del pueblo y los cientos de visitantes que acuden ese día al municipio, siguen el recorrido por la orilla del río a través de un sendero.
Desde hace días los cofrentinos se afanan en elaborar balsas de madera en las que este sábado se subirán los gancheros para navegar por el Cabriel guiando los troncos que de nuevo surcarán estas aguas.
Esta fiesta se ha convertido en un atractivo turístico para el municipio; tras la Maderada los visitantes tienen la opción de disfrutar de los muchos encantos de Cofrentes, desde la Ruta Fluvial por el Júcar, pasando por la visita al Volcán Cerro de Agras, su red de senderos o de rutas BTT entre otros. Si prefieren visitar el casco urbano, descubrirán las visitas guiadas al castillo o el Mercado Artesano instalado durante todo el fin de semana.
La historia
Era la época anterior al ferrocarril y por supuesto al transporte por carretera. Así, una parte de la madera era transportada en toda España por los principales ríos. El Júcar y el Cabriel, que se unen en Cofrentes, eran dos de las rutas para abastecer a las importantes industrias madereras de Valencia.
El maderero o ganchero era el encargado de guiar los troncos durante un recorrido de varios meses; desde las orillas, subidos en balsas o sobre los mismos troncos gobernaban el avance, algo que exigía una gran destreza. En esta profesión muchos vecinos de Cofrentes se labraron una gran reputación. El nombre de ganchero les venía porque su útil de trabajo era un largo palo de madera que acababa en un gancho metálico con el que manejaban los troncos.
El transporte de madera se hizo de manera intensiva durante los siglos XVIII y XIX, convirtiéndose en fuente de actividad económica para Cofrentes, ya que cada viaje podía durar hasta cuatro meses.
El año 1885 marcó el principio del fin para que la madera llegara a Cofrentes. La construcción de la línea férrea desde Valencia hasta Utiel propició que se habilitase a la altura de Contreras un desembarcadero para la madera; con carros se transportaba hasta Utiel y una vez allí en ferrocarril.
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