Las tunas de Valencia ofrecen desde hace 40 años un homenaje a la Virgen de los Desamparados y siempre lo hacen el jueves siguiente al día de la patrona. Eso era hasta ahora porque éste año han sido dos en vez de uno.
El primero tuvo lugar el 9 de mayo con la participación de tres tunas, la de Derecho, promotora hace 40 años y dos más, quienes, precisamente, el 17 tenían una actuación en el festival de Santiago de Compostela.
El otro, el segundo y celebrado en el día que tocaba desde hace tiempo, estuvieron ocho tunas, consideradas por unos las díscolas pero, a decir verdad, lo hicieron cuando tocaba.
Eso si en los dos estuvieron el Arzobispo de Valencia, Carlos Osoro, a quien felicitaron los de la segunda jornada por ser su cumpleaños, y el rector de la Basílica, Juan Bautista Antón.
Para la mayoría de mortales el doble acto de las tunas ha sido pues eso un doble acto pero realmente el asunto tiene su tela y su trasfondo porque no es nada habitual.
Todo empieza desde el momento en que las floristas trasladan al rector quejas porque su ornamentación es aprovechada y no se puede disfrutar debido al acto el jueves de los tunos, según han afirmado varios responsables de estos grupos de música provenientes de las universidades.
Y así el rector de la Basílica les viene diciendo desde hace unos tres años que sopesen cambiar el día por coincidir con las floristas.
El permiso se pide en abril y se les pidió adelantar la fecha a días anteriores a la fiesta
Los dirigentes tuneros acudieron en abril a Basílica para pedir el visto bueno, como preceptivamente tocaba, para volver a hacer el acto y fue en ese momento cuando se encontraron con la recomendación del rector de adelantar la fecha. Ellos lo vieron bien pero cometieron el error de no consultarlo con los demás y se encontraron con la oposición de los demás cuando el día de la tuna ya estaba convocado.
Y ahí quedó servido el enfrentamiento. Las otras tunas eran sabedoras de que las de Derecho y las cuarentunas tenían previsto el festival al día siguiente y lo vieron como una imposición que les favorecía a ellas y se cerraron en banda.
Los de Derecho y sus dos tunas respondieron que no era de esa forma y como la cuestión se enconaba intervino un alto cargo del arzobispado quien a pesar de intentar poner orden en una reunión, a la que no acudió el rector, y plantear una fecha alternativa se encontró con que las ocho tunas se plantaron.
Al final dos actos de las tunas. La ciudad ganó. El mundo de la tuna está dividido y el horno no ésta para bollos.
Esto es lo ocurrido pero también es cierto que quien propuso adelantar la fecha es quien manda en el templo pero debió plantearlo en junio o julio del año pasado, una vez acabado el mes de María.
Ahora está a tiempo de templar ánimos y volver a hablar. No debe dejar pasar el tiempo para curar heridas y venga abril de2014 y tener otros dos actos de las tunas. Otro camino es decirles que la celebración se adelanta cosa que ahora no ha hecho. Eso sí recomendó que en términos eclesiásticos es pedir que se haga.