El Grupo Tastia, reconocido en el sector de la restauración por ser propietario de las exitosas marcas Muerde la pasta, Fitzgerald y Savoiardi, se encuentra actualmente en pre concurso de acreedores. Esta medida se ha visto como la última opción para hacer frente a una deuda financiera que supera los 35 millones de euros y resolver una situación financiera insostenible.
El Grupo Tastia, que experimentó un crecimiento constante durante varios años, se enfrenta ahora a una crisis que ha puesto en peligro su estabilidad y continuidad en el mercado. A pesar de haber registrado ventas por valor de 59 millones de euros en 2019, la compañía no ha logrado mantener esa tendencia en 2022, ya que sus ingresos se han reducido a menos de 40 millones de euros.
Las pérdidas acumuladas desde el año 2020 han llevado a la compañía a tener sus cuentas bancarias embargadas, lo que ha complicado aún más su situación financiera. Los intentos por parte de la dirección de reestructurar la deuda y encontrar soluciones viables no han sido suficientes hasta ahora.
El fundador y empresario detrás de la creación de estas marcas, Pablo Ribes Hernandez, está trabajando incansablemente junto a su equipo para encontrar una salida a esta situación tan delicada. El Grupo Fitzgerald, una de las marcas emblemáticas del grupo, ha manifestado su interés en desvincularse lo antes posible de Grupo Tastia para salvaguardar su propia continuidad y reputación en el mercado.
La marca Muerde la pasta, una de las principales enseñas del Grupo Tastia, también ha experimentado dificultades en los últimos años. Durante el 2022, se vio en la necesidad de cerrar seis locales debido a la falta de viabilidad económica. Esta situación ha generado un malestar significativo entre los franquiciados, quienes se encuentran en una posición precaria y con una capacidad limitada para cumplir con sus obligaciones de pago a proveedores.
En este momento crítico, el Grupo Tastia se encuentra en negociaciones in extremis con fondos de inversión y entidades financieras para encontrar soluciones que permitan superar esta coyuntura y reactivar el negocio. El objetivo principal es preservar los puestos de trabajo y satisfacer las necesidades de los franquiciados, quienes son una parte esencial de la estructura del grupo.