Activistas de València Animal Save han denunciado las condiciones deplorables en las que llegan los pollos al matadero de Sueca, exponiendo la realidad de la explotación animal y llamando a un cambio en los hábitos de consumo para frenar el sufrimiento animal y mitigar la crisis climática.
La realidad de la explotación animal en la industria avícola ha sido nuevamente expuesta por activistas del colectivo València Animal Save, quienes se desplazaron hasta un matadero de pollos en Sueca para documentar las condiciones en las que llegan los animales antes de ser sacrificados. Lo que encontraron fue un escenario desolador: aves hacinadas en cajas, con signos de debilidad, heridas visibles y un tamaño anormalmente grande, resultado de la manipulación genética destinada a acelerar su crecimiento.
Una Realidad Oculta Tras las Puertas del Matadero
Los activistas describen una escena de sufrimiento y abandono, con pollos que han sido enviados al matadero a los 40 días de vida, tras haber pasado su corta existencia en naves industriales insalubres. Según un comunicado del colectivo, estos animales “permanecen en mugrientas naves industriales donde el aire apenas es respirable, y muchos agonizan durante días porque resulta más rentable para la industria dejarlos morir que proporcionarles la atención veterinaria que necesitan”.
María Jesús Puertes, coordinadora de València Animal Save, explicó la importancia de las vigilias que el colectivo realiza en las puertas de los mataderos: “Documentamos con fotografías y vídeos las condiciones en las que llegan los animales, visibilizando su sufrimiento y mostrando que son seres con rostro, que sienten y padecen. Otro de nuestros objetivos es que las personas no veganas hagan la conexión y decidan dejar a los animales fuera de su menú”.
La Crítica a la Industria y el Llamado al Cambio
La industria avícola ha sido fuertemente criticada por València Animal Save, que denuncia la explotación a la que son sometidas las aves desde su nacimiento hasta su muerte. A pesar de que este matadero en Sueca posee un sello de bienestar animal, el colectivo asegura que “la vida de esas aves, desde su primer aliento hasta el último, está llena de miseria, culminando en un final tormentoso”.
Rosa Más, una bióloga valenciana, se sumó a las críticas, destacando la injustificabilidad e insostenibilidad de la industria de explotación animal. “Como animales, tenemos la capacidad de la empatía, de ponernos en el lugar del otro y de entender su deseo de vivir dignamente. Como humanas, podemos cambiar nuestros hábitos de consumo para intentar no perjudicar a las demás especies animales”, afirmó.
Más subrayó la sencillez del cambio, apuntando a la alimentación basada en productos vegetales como una de las acciones más directas y efectivas que las personas pueden tomar. “Optar por una alimentación basada en frutas, hortalizas, cereales, hongos y legumbres, especialmente si son locales, ecológicos y de temporada, reduce notablemente el impacto negativo sobre la naturaleza y sus habitantes, tanto humanos como no humanos”, añadió.
La Lucha por la Liberación Animal y la Conciencia Social
València Animal Save, un colectivo comprometido con la causa antiespecista, defiende la protección y derechos de todas las especies animales, luchando contra el especismo, definido como la discriminación basada en la especie. Según Diego Nevado, portavoz del colectivo, “todos los animales explotados en cualquier industria son simplemente un número con el que hacer negocio, y toda la industria está sometida a la rentabilidad, el ocultismo y el interés económico”.
El colectivo también ha manifestado su preocupación por la persecución que están sufriendo las alternativas vegetales a la carne, como el pollo vegetal, que, a pesar de estar claramente etiquetadas como productos 100% vegetales, han sido objeto de críticas por supuesta confusión entre los consumidores. “Desde que nacen hasta que mueren, la vida de esos pollos documentados en el matadero de Sueca, y de todos los explotados en el mundo, es horrible, desde su transporte hasta su ejecución, que se lleva a cabo de forma angustiosa y lenta”, criticó Nevado.
Además de la cuestión ética, el colectivo advierte sobre la responsabilidad de la industria de explotación animal en la crisis climática global, los problemas de salud y el hambre en el mundo, debido a la cantidad desmesurada de recursos que se destinan a mantener esta industria. De hecho, la ONU ha reconocido que una alimentación completamente basada en plantas es esencial para combatir el hambre, la escasez de recursos y la crisis climática.
Próximos Actos y la Continuación de la Lucha
València Animal Save tiene previsto realizar un acto simbólico el próximo 14 de septiembre a las 17:30 en la céntrica Plaza de la Virgen de Valencia. Este evento, denominado “contador humano”, representará la cantidad de 20 animales ejecutados cada 6 segundos en los mataderos de la Comunidad Valenciana. Con este acto, el colectivo busca visibilizar la magnitud de la explotación animal y continuar promoviendo el cambio hacia una alimentación más ética y sostenible.
Para aquellos interesados en participar en los actos o en obtener más información sobre el veganismo y la defensa de los derechos animales, València Animal Save invita a contactar con ellos a través de sus redes sociales.
Reflexión Final: Un Llamado a la Acción
Cada día, millones de animales son sometidos a condiciones de vida miserables, desde su nacimiento hasta su muerte en los mataderos. València Animal Save insta a la sociedad a tomar conciencia de esta realidad y a considerar cambios en sus hábitos de consumo que puedan aliviar el sufrimiento animal y contribuir a la sostenibilidad del planeta.
¿Cómo podemos, como sociedad, reconciliar nuestro consumo de productos de origen animal con el bienestar de las especies que compartimos el planeta? ¿Es posible un cambio masivo hacia una alimentación basada en plantas que respete la vida animal y el medio ambiente?