Valencia noticias – Noticias de València
Los residentes de la plaza Nicolau Maria Garelli, en el barrio de Safranar de València, llevan más de un año soportando una invasión de hormigas que ha llegado a provocar picaduras a varias personas. Pese a las numerosas quejas, el Ayuntamiento no considera el problema una plaga.
Los vecinos del barrio de Safranar, en València, están desesperados por una invasión de hormigas que les afecta de manera continua. Esta situación ha generado gran frustración, ya que, tras más de un año de denuncias y peticiones de ayuda al Ayuntamiento, no se ha encontrado una solución efectiva. Las autoridades han rechazado intervenir, argumentando que las hormigas no se consideran una plaga, a diferencia de las ratas o cucarachas.
Una invasión que afecta el día a día de los vecinos
Ricardo Morote, presidente de la comunidad de vecinos, ha explicado a À Punt que la situación ha empeorado, y que los residentes ya no pueden caminar tranquilos por la zona sin sufrir las consecuencias de esta invasión. “Cuando salimos a la calle con los niños, tenemos que llevarlos en brazos o en el carrito, porque las hormigas se suben por las piernas y en ocasiones incluso nos han mordido”, relataba Morote, subrayando la incomodidad y el temor que sienten los vecinos al enfrentarse diariamente a esta situación.
Las hormigas no solo han afectado a los adultos, sino también a los niños, lo que ha generado una creciente preocupación entre los padres de la zona. La constante presencia de estos insectos en las áreas comunes y la falta de respuesta de las autoridades ha hecho que la desesperación de los vecinos vaya en aumento.
Respuestas insuficientes y la frustración vecinal
Vicen Peñalver, administradora de la comunidad, ha señalado que la comunidad ha enviado hasta diez solicitudes formales al Ayuntamiento, así como a la Generalitat, el Síndic de Greuges y la Conselleria de Sanitat, con el objetivo de buscar una solución al problema. Sin embargo, la respuesta ha sido siempre la misma: las hormigas no son consideradas una plaga. Esta falta de acción ha dejado a los vecinos sin un plan claro para resolver la situación.
Peñalver expresó su indignación por la falta de apoyo, especialmente teniendo en cuenta los problemas de salud y el coste económico que ha generado la situación. “Nos hemos visto obligados a comprar insecticidas para intentar controlar la invasión por nuestra cuenta, pero no han sido efectivos, y las hormigas continúan apareciendo”, explicaba. El gasto en productos para combatir la invasión se ha convertido en una carga económica adicional para la comunidad, sin que se vea una solución definitiva.
Un problema que sería prioritario en otras zonas
Toni Pérez, representante del vecindario, se mostró convencido de que, si este mismo problema ocurriera en el centro de la ciudad o en áreas de interés turístico, el Ayuntamiento habría actuado rápidamente para solucionarlo. “Aquí en Safranar parece que somos invisibles para las autoridades”, denunciaba Pérez, quien insiste en que la falta de actuación por parte del Ayuntamiento refleja una discriminación hacia los barrios periféricos de València.
Este sentimiento de abandono ha generado un malestar creciente entre los residentes, quienes exigen que se tomen medidas urgentes para poner fin a la invasión de hormigas y que se les trate con la misma consideración que a los vecinos de otras zonas de la ciudad.
La respuesta de las autoridades y la necesidad de soluciones
Hasta el momento, el Ayuntamiento de València no ha dado indicios de modificar su postura respecto a la invasión de hormigas en Safranar. Las autoridades locales mantienen que, de acuerdo con la normativa vigente, las hormigas no entran en la categoría de plaga, por lo que no se aplican los mismos protocolos de intervención que en casos de ratas o cucarachas.
Sin embargo, los vecinos consideran que la situación ya ha alcanzado un nivel insostenible, y reclaman una revisión de la normativa o la implementación de excepciones en casos como este, donde la presencia masiva de estos insectos está afectando directamente la calidad de vida de los residentes.
La comunidad de vecinos sigue esperando una solución que aborde el problema de raíz, poniendo fin a una invasión que ha alterado por completo su día a día. Mientras tanto, los residentes continúan combatiendo la invasión por su cuenta, con la esperanza de que, tarde o temprano, las autoridades actúen.
¿Qué medidas crees que debería tomar el Ayuntamiento de València para abordar la invasión de hormigas en Safranar? ¿Es necesario reconsiderar la normativa sobre plagas urbanas en situaciones como esta?