En las últimas semanas, tres producciones rodadas en valenciano han irrumpido en las carteleras, mostrando una apuesta creciente por el cine en nuestra lengua. L’àvia i el foraster, Les vacances de Mara y Valenciana no solo han capturado la atención del público, sino que han abierto una puerta a nuevas producciones en valenciano que buscan consolidar su espacio en el séptimo arte.
El valenciano, lengua habitual en la música y la literatura, sigue teniendo una presencia limitada en el cine. Sin embargo, las últimas semanas han marcado un hito: tres producciones valencianas rodadas en nuestra lengua se han estrenado en salas comerciales, mostrando que el cine en valenciano tiene un público que lo respalda. Estas películas no solo reflejan la diversidad cultural de la Comunitat Valenciana, sino que también son un testimonio de historias con profundas raíces locales que abordan temáticas universales.
L’àvia i el foraster: una comedia dramática que conquista corazones
El primer estreno de esta ola fue L’àvia i el foraster, ópera prima del director Sergi Miralles, que llegó a los cines el 13 de septiembre. La película, que narra la emotiva relación entre una anciana valenciana y un inmigrante paquistaní en un pequeño pueblo, ha conquistado tanto a la crítica como al público. Con más de 15.000 espectadores y seis semanas consecutivas en cartelera, se ha convertido en un referente del cine en valenciano.
Protagonizada por Neus Agulló y Kandarp Mehta, la película ha cosechado varios premios en el Festival de Cine de Alicante, incluido el de Mejor Película. Miralles describe su obra como “una historia amable sobre la migración y la xenofobia, que pretende entretener y, al mismo tiempo, invitar a la reflexión”. A través de una comedia dramática, L’àvia i el foraster aborda la convivencia entre culturas de una forma cálida y humana, tocando fibras sensibles en la sociedad actual.
Les vacances de Mara: introspección y heridas del pasado
Tan solo dos semanas después, el 27 de septiembre, llegó a los cines Les vacances de Mara, la primera película de la castellonense Elena Escura. Esta producción se adentra en las complejidades de las relaciones personales y las heridas no cerradas, a través de la historia de dos amigas que, tras años sin verse, se reencuentran en circunstancias inesperadas.
El film, que fue premiado en los Premios Berlanga de l’Audiovisual Valencià, sigue a Mara mientras decide quedarse inesperadamente en casa de su amiga Vera, lo que desentierra viejas tensiones y resentimientos. “Es una película que habla de las conversaciones incómodas que a veces no tenemos, pero que son necesarias para avanzar”, explica Escura. Les vacances de Mara destaca por su enfoque introspectivo y su capacidad para ahondar en los sentimientos no resueltos que se esconden en las relaciones de amistad.
Valenciana: la València de los años 90 a través de los ojos de tres periodistas
El tercer estreno, Valenciana, dirigido por Jordi Núñez y basado en la obra teatral de Jordi Casanovas, se proyectó por primera vez este domingo. Esta película recrea la València de los años 90, en pleno auge de la Ruta del Bakalao, la corrupción y la llegada de la telerealidad, con el caso de las niñas de Alcàsser como telón de fondo.
Rodada entre València y Mallorca, Valenciana sigue a tres periodistas con perspectivas distintas sobre su profesión, todas ellas arrastradas por un sistema que las empuja a situaciones de corrupción y les impide ser quienes realmente son. “Me interesaba mostrar cómo estas mujeres viven la corrupción desde diferentes niveles y cómo luchan por afirmar su identidad en un entorno que no les permite hacerlo”, comenta Núñez. La película captura la esencia de una València que vivió profundas transformaciones en esa década, marcando un cambio en el panorama social y político.
Un futuro prometedor para el cine en valenciano
Aunque estas tres producciones representan un hito, el cine en valenciano sigue siendo una excepción en la industria cinematográfica local. La gran mayoría de las películas que se ruedan en la Comunitat Valenciana lo hacen en castellano, y las que eligen el valenciano suelen tener un recorrido limitado en las salas de cine.
Sin embargo, el éxito de L’àvia i el foraster, Les vacances de Mara y Valenciana sugiere que hay un público dispuesto a ver y apoyar producciones en valenciano. La presencia de estas películas en la cartelera podría señalar un cambio de tendencia, donde el valenciano comience a ocupar un espacio más visible en el cine, similar al que ya ha alcanzado en otros ámbitos culturales.
El director Sergi Miralles lo tiene claro: “El cine en valenciano puede conectar con el público de una manera muy especial. Solo necesitamos más apoyo y normalización para que deje de ser una rareza”.
La normalización del valenciano en el cine, un reto por cumplir
A pesar de los recientes avances, la asignatura pendiente sigue siendo la normalización del valenciano en la gran pantalla. Estas tres películas han demostrado que es posible contar historias en nuestra lengua, pero aún queda camino por recorrer para que el valenciano se establezca como una opción habitual en el cine.
El futuro del cine en valenciano dependerá del apoyo de las instituciones, de la inversión en nuevas producciones y, sobre todo, de la respuesta del público. Cada vez más cineastas optan por rodar en su lengua materna, buscando reflejar la realidad y el patrimonio cultural de su entorno. La pregunta es si este esfuerzo será suficiente para consolidar una industria cinematográfica en valenciano que compita en igualdad de condiciones.
Reflexión final
Las recientes producciones en valenciano que han llegado a los cines representan una oportunidad para que el cine en nuestra lengua encuentre su lugar y desafíe la creencia de que “en valenciano no se llega lejos”. Con historias que conectan con el público y que tocan temas tan diversos como la inmigración, la introspección personal y la transformación social, estas películas demuestran que el valenciano tiene mucho que ofrecer al séptimo arte.
¿Crees que el cine en valenciano podrá ganar más espacio en las carteleras? ¿Qué papel deberían jugar las instituciones y el público para apoyar más producciones en nuestra lengua?