La solidaridad fallera se une contra la ELA en una noche inolvidable
La XXIX Cena Anual de Cortes de Honor y Falleras Mayores de Valencia reúne a generaciones de falleras en un evento benéfico a favor de los enfermos de ELA
Valencia vivió el pasado 5 de abril una noche marcada por la emoción, la tradición y la solidaridad. El restaurante La Ferradura acogió una nueva edición de la Cena Anual de Cortes de Honor y Falleras Mayores de Valencia, una cita que, tras veintinueve ediciones, se ha consolidado como un evento emblemático dentro del calendario fallero. Este año, además, el encuentro adquirió un carácter especialmente emotivo al tener un fin benéfico: todos los fondos recaudados fueron destinados a la Asociación Valenciana de Esclerosis Lateral Amiotrófica (adELA CV), en apoyo a las personas afectadas por esta dura enfermedad.


Una noche para recordar
Fotos: Fernando Villalba
























































































































































































































































































































































































































































El acto fue organizado por Marina Civera, Fallera Mayor de Valencia en 2019, junto a las integrantes de su Corte de Honor. Su implicación fue clave para que la velada no solo destacara por su brillantez organizativa, sino también por el cariño con el que se vivió cada momento. El ambiente fue de reencuentro y homenaje, con la presencia de numerosas Falleras Mayores de diferentes épocas que, vestidas con sus mejores galas, rememoraron momentos especiales de su reinado y compartieron anécdotas con las nuevas generaciones.
Entre las asistentes, destacó la participación de la actual Fallera Mayor de Valencia, Berta Peiró, acompañada de su Corte de Honor. Su presencia puso de relieve la importancia institucional de este evento, que simboliza la continuidad de una tradición profundamente arraigada en la ciudad y su evolución hacia un mayor compromiso social.
Una causa que une a toda Valencia
Más allá de la celebración, el objetivo principal de la cena fue apoyar a adELA CV, una entidad que desde hace más de tres décadas trabaja para mejorar la calidad de vida de las personas diagnosticadas con Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) y sus familias. Esta enfermedad neurodegenerativa, todavía sin cura, requiere una atención integral y constante, algo que la asociación ofrece mediante servicios de fisioterapia, asistencia psicológica, asesoramiento social y préstamo de ayudas técnicas.
La recaudación obtenida durante la cena permitirá a la organización continuar prestando sus servicios a los enfermos de ELA en la Comunidad Valenciana. En un contexto donde los recursos públicos son a menudo insuficientes para cubrir todas las necesidades, estas iniciativas benéficas resultan vitales para sostener la labor de entidades como adELA CV.
Fallas: fiesta, cultura y solidaridad
La comunidad fallera ha demostrado una vez más que es mucho más que pólvora y música. Las Fallas son cultura viva, pero también son cercanía, apoyo mutuo y sensibilidad social. La Cena Anual de Cortes de Honor y Falleras Mayores de Valencia es un ejemplo perfecto de cómo una fiesta tan representativa de la ciudad puede canalizar su fuerza hacia causas que realmente importan.
Durante la velada, no faltaron los discursos emotivos, los brindis por la solidaridad, y los recuerdos compartidos. La emoción fue palpable entre las asistentes, especialmente cuando se rindió homenaje a todas aquellas personas que luchan día a día contra la ELA y a sus familias, verdaderos héroes anónimos cuya fuerza inspira.
El poder del recuerdo y la unión
Uno de los aspectos más valorados por las asistentes fue la oportunidad de revivir los lazos creados durante su año de representación fallera. La cena se ha convertido con los años en un espacio para mantener vivo ese vínculo especial que se forma entre las integrantes de una Corte de Honor. Además, el encuentro permitió que falleras de distintas generaciones pudieran conocerse, intercambiar experiencias y crear redes de apoyo que van más allá de lo festivo.
El evento, lleno de emoción y alegría, culminó con una rifa solidaria y una entrega simbólica de lo recaudado, dejando claro que la hermandad fallera no solo permanece, sino que se refuerza con el tiempo y se adapta a los retos actuales.
Un futuro con más conciencia social
La exitosa celebración de esta cena benéfica plantea una reflexión profunda sobre el papel que pueden tener las fiestas tradicionales en el tejido social de nuestras ciudades. Más allá del componente cultural y turístico, las Fallas tienen la capacidad de generar un impacto positivo real en la comunidad. La implicación de figuras representativas como las Falleras Mayores y sus Cortes en causas sociales no solo dignifica su papel, sino que también contribuye a dar visibilidad a enfermedades poco conocidas como la ELA.