El Ayuntamiento de Valencia extiende por un año más la prohibición de nuevos apartamentos turísticos
El Ayuntamiento de Valencia ha decidido prolongar un año la moratoria que impide la apertura de nuevos apartamentos turísticos mientras se desarrolla la normativa que limitará su creación al 2% del total de viviendas residenciales en cada barrio. El próximo pleno municipal, programado para el miércoles 30 de abril, aprobará la exposición pública, durante 45 días, de las Normas Urbanísticas del Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) de Valencia, con el objetivo de regular tanto los alojamientos hoteleros como las viviendas de uso turístico.
Juan Giner, concejal de Urbanismo y Vivienda, ha señalado que este paso refleja el compromiso del gobierno encabezado por la alcaldesa María José Catalá para frenar el crecimiento excesivo de los apartamentos turísticos en Valencia. Giner destacó que el problema se originó debido a la falta de restricciones durante los ocho años de gobiernos anteriores, que permitieron e incluso facilitaron este tipo de desarrollos con un escaso control sobre las actividades ilegales.
La normativa propuesta, que se someterá a consulta pública una vez concluido el trámite ambiental, implementaría una serie de controles administrativos para lograr un equilibrio sostenible entre las plazas de alojamiento turístico y hotelero, según Giner.
El concejal subrayó que el objetivo es proteger a los residentes y priorizar el uso residencial, así como el comercio local, apostando por un turismo sostenible y de calidad que impulse la economía local y fomente la creación de empleo. Durante el periodo de exposición pública, cualquier interesado podrá presentar observaciones o sugerencias, y la suspensión de licencias se extenderá por un año más conforme al artículo 68 de la Ley de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Paisaje.
Entre las medidas propuestas, se encuentra la prohibición de nuevas plazas turísticas en distritos donde éstas superen el 8% del total en relación con el número de vecinos empadronados. Además, para preservar el uso residencial, los apartamentos turísticos no superarán el 2% del total de viviendas en cada barrio, con una excepción en el Cabanyal, donde la limitación era del 10% bajo la administración anterior. Ciutat Vella, por su parte, tiene ya sus propias regulaciones vigentes.
Asimismo, se limitará al 15% la proporción de locales en cada manzana que pueden destinarse a uso turístico, asegurando que el 85% de los espacios permanezcan disponibles para otros usos comerciales y de servicios, como oficinas, restaurantes, bares, peluquerías, ópticas, farmacias y clínicas.