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La restauración de una foto de 1888 revela el oscuro origen de un retrato victoriano
24 de noviembre de 2025 | Redacción
Un retrato infantil que escondía más de lo que mostraba una niña post-mortem
Lo que parecía una fotografía inocente del siglo XIX terminó revelando un secreto inesperado. La restauración digital de un retrato fechado en 1888, adquirido por una prestigiosa casa de subastas en Nueva York, destapó que la imagen no era una escena familiar habitual, sino un ejemplo de una práctica muy extendida en la época victoriana: los retratos post-mortem.
La imagen, atribuida al estudio J. Morrison and Sons de Filadelfia, mostraba a dos niñas tomadas de la mano, vestidas de blanco y situadas ante un fondo pintado de estudio. Durante décadas se interpretó como una simple fotografía infantil, deteriorada por el paso del tiempo y el efecto de la humedad.
El trabajo de restauración que cambió la interpretación
En 2024, la fotografía llegó al departamento de conservación de la casa de subastas para su restauración. Según relató la especialista en fotografía histórica, la doctora Amanda Chen, ciertos detalles despertaron sus sospechas desde el primer momento: la rigidez de una de las niñas, la posición de sus manos y la ausencia de reflejos en los ojos.
“Al eliminar digitalmente las capas de deterioro, comenzaron a aparecer elementos que no coincidían con un retrato infantil convencional”, explicó la experta. La restauración permitió detectar soportes ocultos y técnicas de fijación corporal empleadas en la época para mantener la postura en este tipo de fotografías funerarias.

Una práctica habitual en la sociedad victoriana
Lejos de tratarse de un caso aislado, los retratos post-mortem eran comunes en familias que deseaban conservar el último recuerdo de un ser querido. En un tiempo en el que la fotografía era costosa y las enfermedades infantiles eran frecuentes, estas imágenes se convirtieron en una forma de despedida y duelo que hoy puede resultar inquietante.
La fotografía de 1888 se ha convertido ahora en un ejemplo de cómo la restauración digital permite reinterpretar la historia, revelando usos culturales que habían quedado relegados al olvido.
Un documento histórico recuperado
Tras el análisis técnico y la restauración final, la pieza ha pasado a formar parte de un archivo especializado en fotografía victoriana, donde se desarrolla un estudio más amplio sobre la evolución de los retratos post-mortem y su impacto en la memoria familiar del siglo XIX.
La fotografía no solo ha recuperado su aspecto original, sino que ha permitido abrir una ventana a una práctica social que durante décadas permaneció invisible para el ojo contemporáneo.
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