Vox da luz verde a una Zona de Bajas Emisiones sin sanciones en Castellón mientras continúa con el bloqueo en Valencia
El plazo para que Valencia implemente su Zona de Bajas Emisiones de manera adecuada se acorta, enfrentando al Ayuntamiento a la potencial pérdida de hasta 150 millones de euros provenientes de fondos europeos si no se activa para 2026. Esta medida, que es parte de una estrategia comunitaria para combatir la contaminación en las grandes urbes, avanzaba en Valencia hasta que Vox, socio del Partido Popular en el gobierno local, cambió su postura. A pesar de haber apoyado cinco votaciones anteriores, en octubre decidieron oponerse a la propuesta. Contrariamente, Vox sí ha respaldado la Zona de Bajas Emisiones en Castellón, donde la normativa no impone restricciones ni sanciones a ningún tipo de vehículo.
Representantes de Vox en el Ayuntamiento de Castellón han explicado que la aprobación allí se debe a que no habrá limitaciones para los coches. Desde el equipo de José Gosálbez se mantiene que Vox no ha cambiado de postura desde el pleno de octubre en Valencia. Aunque la normativa de Castellón incluye límites de contaminación que activarían restricciones de tráfico si se superan, fuentes del partido aseguran que tales niveles no se alcanzarán, gracias a los bajos niveles actuales de contaminación y a las recientes obras, como el uso de asfalto fotocatalítico y la ampliación de zonas verdes, que han disminuido la polución.
En contraste, en Valencia se prevé implementar una ZBE similar a la de Málaga, con restricciones para vehículos sin etiqueta. Vox argumenta que una medida así es demasiado restrictiva y que es posible cumplir con la ley sin afectar a los ciudadanos, como en Castellón.
El Partido Popular ha intentado negociar un acuerdo rápido con la oposición, formada por Compromís y PSPV, para asegurar la ZBE, pero las conversaciones están estancadas. No obstante, el próximo lunes se llevará a cabo un pleno extraordinario para tratar la Zona de Bajas Emisiones entre otros temas.
El 1 de diciembre era la fecha fijada para iniciar la medida con sanciones a vehículos de etiqueta A provenientes de fuera de la provincia. Aunque aún no se ha aprobado la normativa y, por lo tanto, no se pueden imponer multas, se activarán más de 400 cámaras de videovigilancia para estudiar la movilidad.
En el último pleno, el concejal de Movilidad, Jesús Carbonell, presentó una propuesta para adelantar la prohibición de la etiqueta A a los coches de la ciudad al 1 de julio de 2027 y prohibir la etiqueta B para vehículos de fuera de la ciudad un año después de superar los umbrales de contaminación. También se plantea incluir los barrios de San Isidro, San Marcelino y el Marítimo en la ZBE.
El portavoz socialista en el Ayuntamiento de Valencia, Borja Sanjuan, ha criticado las acciones de María José Catalá, acusándola de exponer a los valencianos a respirar aire contaminado con el apoyo de Vox. Sanjuan califica la posible creación de una “falsa Zona de Bajas Emisiones” como irresponsable, ya que no mejoraría la calidad del aire ni evitaría sanciones económicas significativas. Según él, este intento de última hora por parte de Catalá demuestra una falta de interés real por la contaminación del aire. Además, insta a la alcaldesa a aprobar la propuesta opositora para un modelo urbano más limpio y con menos tráfico, asegurando que la ciudad no pierda ayudas y mejore la calidad del aire.
