El Péndulo | Redacción.- El Palacio d’Or, en el complejo de ocio Marina d’Or-Ciudad de Vacaciones, en Oropesa del Mar, bulle estos días de actividad frenética para que el viernes se levante el telón de la VI Semana del Arte. Los artistas ultimando detalles y el espacio tomando forma. Este año el programa incluye más arte en vivo que nunca para que el espectador comparta con el artista la magia de la creación.
Mª Carmen López Olivares, madrina del evento, da también sus últimos retoques a las obras que formarán parte de su instalación-performance ‘El triunfo del arte’, lema de este año. Coincidiendo con el cuarto centenario de la muerte de Cervantes, la pintora ha querido rendir su particular homenaje al Quijote. Dejando a un lado su vertiente más clásica como amante del Barroco, Olivares acude a los lenguajes más contemporáneos para configurar cuatro paneles que se colocarán en forma de aspa rememorando los famosos molinos de viento del ingenioso hidalgo.
Las cuatro piezas hacen referencia a cuatro episodios de la famosa novela y a la vez aluden a los cuatro elementos (aire, agua, fuego y tierra). En el primero se representa a Don Quijote montado en su fiel Rocinante. “Aquí el Quijote representa a toda la humanidad que, como si montara a lomos de un caballo, va superando obstáculos en la vida, buscando siempre el triunfo, igual que nuestro héroe”, explica la artista.
El segundo panel, que representa la quema de los libros con un gran incendio, le sirve como pretexto a la artista para dar un mensaje de ecología. “El planeta está asfixiándose con tanta contaminación. En el centro he colocado unas bolas blancas que imagino son los planetas del cosmos y las cabezas puras de la ciencia y los saberes que deben hallar una solución. El fuego es a la vez el principio de la vida”, señala Olivares.
En el tercer panel descubrimos el ataque de las ovejas, seres indefensos que son todos los grupos y pueblos exterminados en nuestra historia de fatalidades. Por último, el cuarto panel representa el episodio de salvar a los galeotes, clara alusión a la esclavitud de los pueblos. Una instalación que se dará la mano con un invitado de excepción, una versión muy especial del Baco de Caravaggio, con semblante serio y preocupado ante los infortunios que está presenciando.