En su objetivo de conseguir que en 2050 haya cero muertos en las carreteras españolas, la DGT sigue desarrollando normas que sirvan para mejorar la seguridad en las distintas vías.
Para ello, una de las medidas propuestas es la de implantar un alcoholímetro antiarranque a partir del próximo 6 de julio de 2022, en el marco de la que va a ser la nueva Ley de Tráfico.
Este aparato va conectado al vehículo y evita que el conductor pueda circular si supera los límites de alcohol en sangre permitidos, que son 0,5 g/l en sangre y 0,25 mg/l en aire aspirado para los conductores habituales y 0,3 g/l y 0,15 mg/l para los conductores profesionales y noveles.
El dispositivo, que se llama Alcolock y tiene un coste de unos 1.000 euros, será obligatorio únicamente para los conductores profesionales y no para todos, tal y como ha aclarado la propia DGT ante el runrún existente.
“Efectivamente, esto está previsto SOLO para conductores profesionales y forma parte de la reforma de la ley que aún nos se ha aprobado”, ha detallado el organismo en su cuenta de Twitter.
Actualmente, el Alcolock ya se usa en varios países de la Unión Europea.
