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Alerta naranja o roja por clima adverso: derechos laborales y medidas vigentes para proteger a los trabajadores
La normativa permite modificar la jornada o acogerse a permisos retribuidos cuando existe riesgo por condiciones meteorológicas extremas
Entradilla: Episodios de lluvias intensas, inundaciones, calor extremo o fuertes vientos activan alertas meteorológicas que tienen efectos directos en el ámbito laboral. En estos casos, la legislación vigente prioriza la seguridad de las personas trabajadoras y establece medidas claras para evitar desplazamientos o trabajos que supongan un riesgo.

Modificar o reducir la jornada ante una alerta meteorológica
Cuando se activa una alerta naranja o roja por condiciones meteorológicas adversas, las empresas pueden —y deben— adaptar la organización del trabajo para garantizar la seguridad. Esto incluye la posibilidad de modificar horarios, reducir la jornada, reorganizar turnos o suspender temporalmente determinadas tareas, especialmente aquellas que se desarrollan al aire libre o implican desplazamientos peligrosos.
Siempre que sea posible, también se puede optar por fórmulas alternativas como el teletrabajo o el cambio puntual de funciones, evitando así que el trabajador tenga que exponerse a situaciones de riesgo.
Hasta cuatro días de permiso retribuido si no se puede acudir al trabajo
Si la persona trabajadora no puede acudir a su centro de trabajo debido a las condiciones meteorológicas —por recomendaciones oficiales, restricciones de movilidad o riesgo grave para su integridad—, la normativa reconoce el derecho a un permiso retribuido de hasta cuatro días.
Este permiso se aplica cuando la imposibilidad de acudir al trabajo es real y objetiva, y no puede suponer una pérdida salarial para el trabajador. Además, el permiso puede prorrogarse mientras persistan las circunstancias que impiden el acceso seguro al puesto de trabajo.
Qué ocurre si la situación se prolonga
En aquellos casos en los que las condiciones adversas se mantienen durante un periodo más largo y no es viable reanudar la actividad con normalidad, las empresas pueden recurrir a un ERTE por causa de fuerza mayor. Esta opción permite ajustar temporalmente la actividad sin que recaiga la responsabilidad económica directa sobre los trabajadores.
Obligaciones claras para las empresas
La legislación establece una serie de obligaciones específicas para las empresas durante episodios de riesgo meteorológico:
- Informar a los trabajadores, con la mayor antelación posible, sobre los riesgos existentes y las medidas que se van a adoptar.
- Adoptar medidas preventivas y dar instrucciones claras para interrumpir la actividad si existe peligro.
- Permitir que la representación legal de los trabajadores acuerde la paralización de la actividad cuando sea necesario.
- Garantizar que ningún trabajador sufra consecuencias laborales por acogerse a estas medidas de protección.
La seguridad como prioridad
Las alertas meteorológicas no son solo avisos informativos, sino herramientas de prevención que deben tener un reflejo directo en el ámbito laboral. La normativa vigente refuerza la idea de que proteger la salud y la seguridad de las personas trabajadoras es un derecho, no una concesión.
Ante cualquier episodio de riesgo, la recomendación es comunicar la situación a la empresa, seguir las indicaciones oficiales y priorizar siempre la seguridad personal por encima de cualquier otra consideración.
Etiquetas: alerta meteorologica, derechos laborales, permiso retribuido, seguridad laboral, clima adverso