Valencia Noticias | Javier Furió.- Se rumorea, se olfatea, se oye el runrún, en las últimas horas, sobre la posibilidad de que el otrora auténtico héroe de la afición valencianista, Amadeo Salvo, se marche del Valencia CF y con él, el hasta ahora director deportivo valencianista, Rufete.
Desde el desencuentro provocado por el fichaje -fallido, por cierto-, decidido unilateralmente por Lim y Nuno sin pasar ni por Rufete ni por Salvo, del brasileño Rodrigo Caio, el ambiente se ha ido enrareciendo hasta el punto de que hace apenas unos días, el propio Salvo comentaba, críptico, que “llegará el día en que sea un aficionado más”.
La situación, ya tirante de por sí desde la toma de decisión sobre este fichaje, se ha vuelto irreconciliable al verse frustrada la incorporación del brasileño a la disciplina valencianista, supuestamente tras haberle descubierto problemas en una de sus rodillas. El director deportivo, arropado por el hasta ahora presidente ejecutivo, podría tener las horas contadas en el club de Mestalla.
La duda que ahora se plantea es la reacción de la parroquia valencianista ante la desaparición total del componente ‘valenciano’ del club y, por otro lado, ante la marcha de aquél a quien el aficionado de a pie viene considerando el auténtico artícife de la salvación del Valencia CF cuando el club blanquinegre rozaba peligrosamente la bancarrota o, incluso, la desaparición.
También llama la atención que la situación se rompa el día en que Lim tiene que hacer frente a diversos pagos clave para el futuro del club -los 30 millones de Negredo, un millón de la Fundación, 20 millones a Bankia-. En principio, se dice que mañana miércoles, primero de julio, será el momento escogido para el adiós oficial de Salvo y Rufete.
